Gabriela Bejerman: Querida

f_g_bejermanA fin de 2017 Caleta Olivia, la editorial de San Justo, republicó Querida, de Gabriela Bejerman. Presentamos los datos bibliográficos y artísticos, textos del volumen y un comentario de la autora acerca de la historia del libro.*

Gabriela Bejerman (Buenos Aires, 1973) es poeta, narradora y performer. Trabaja dando talleres de escritura relacionados con la experimentación y la composición autobiográfica. Entre 1997 y 2001 coeditó la revista Nunca Nunca Quisiera Irme a Casa. En 2007 publicó el disco Mandona, como Gaby Bex. En 2012 tradujo y prologó a Jane Bowles, e inspirada en su figura escribió y dirigió Campo cascada en 2014. En poesía publicó Alga (Buenos Aires, Siesta, 1999), Crin (Buenos Aires, Belleza y Felicidad, 2001), Pendejo, (Buenos Aires, Eloísa Cartonera, 2003), Ubre (Bahía Blanca, Vox, 2012), Querida (Buenos Aires, Eloísa Cartonera, 2014 – Buenos Aires-San Justo, Caleta Olivia, 2017). Su serie narrativa se compone de Presente perfecto, (Buenos Aires, Interzona, 2004), Linaje (Buenos Aires, Mansalva, 2009), Heroína (Buenos Aires, Mansalva, 2014) y Un beso perdurable (Buenos Aires, Rosa Iceberg, 2017).

lama, lama, lama

Oh, qué ganas de escribir un poema
Que se vierta en mí ese chorro
Ser canal vertebrado para que chorree
La visceral enseñanza
Que se vierta, que esta ansia se revierta y se convierta
En chorro, inclinación, sustancia
Caldo, germen,
Oh que esta ansia anide entre letritas
Que me coja el señor de las palabras
Que me lacte la madama de parole
Que se infle la lengua toca todo
Que lama, lama, lama
A bocados la boca acapara
Y lanza, lanza, lanza perfumi
Un perfumi del placer o del dolor pero lanza
Lanza, por favor
Querubines, hola, me están escuchando
¿Ahí están? ¡Que sí!
Querubines queridos
¡Revolotéenme! ¡Alóndrenme!
¡Gírenme a sus anchas nomás!
¡No se anden con chiquitas que éstas vuelan
Mayúsculas y prontas!
¿Se les sacude el lomo?
¿Se les aletea el capot?
Apresúrense, queridas ninfas desfachatadas
Oh, no temamos, tengamos, tengámoslo
Todo! Un ratito, un ratito, un puntito, un ratito
Tengámoslo todo
A pedir de boca

 

a tontas y a locas

dejábamos latir toda la prisa
rozábamos el aire bailando a la mañana
usábamos vestidos y guirnaldas
nos dábamos mil besos de leche de luna
cantábamos canciones, tragábamos manjares
tocábamos la fruta esparcida en el jardín
mordíamos los labios frescos y rosados
pintábamos el aire con los dedos
la piel entre las telas susurraba unos te quiero
manchábamos los libros con palabras regaladas
a tontas y a locas, amamos en colores
colgamos de las lianas
frutillas imperfectas, promesas derretidas
y fuimos un destello
comimos el tesoro
trepamos hasta adentro, nadamos y giramos
por fin encandiladas

 

yuyos que vienen con la rúcula

te emocionan los yuyos que vienen con la rúcula
y aprendiste a meditar cerrando los ojos frente al mar
confiaste y viste el color de tu relleno
luz rosa fluorescente
a veces se te va la mano
y cuando ves los bichos que crecen en el agua de una planta
en vez de rechazo te viene una oleada de ternura y pensás
qué maravilla, ¿esto de dónde salió?
ves vida brotando en todas partes
las bocinas de los autos son
un coro que sintoniza un om gigante
por eso, cuando en vez de admiración expansiva
todo se vacía como una pileta abandonada
los yuyos te parecen signos raros
y quisieras deshacerte de golpe
de esa incómoda desazón que para colmo
no tiene nada que ver con el día radiante
que no logra consolarte
sino que muestra con su sol
tu sequía de emociones alentadoras
¿qué hacer, vida mía?
que los ángeles me guíen
entro en mi modo tristón
hundo mis manos en este barro
en vez de sentir asco
acaricio el dolor sin pena, con paciencia
y no espero que se vaya
simplemente me quedo ahí
dejando que llore lo que late lento
lo que trae la caída y pierde impulso
tal vez
en un rato
se exprima la incomodidad y un grillo
revierta todo
cantando más allá de la tristeza

 

una pera llega a mí

quiso crecer
hasta ser amarilla y blanca
carne jugosa
le hago una reverencia
con cada mordisco
despacio
para recordar
que no es sólo producto del cultivo
del interés económico
o del trabajo de seres que tal vez
con sus manos recogieron una a una
estas pompas de dulzor

esta pera que a mí llega
es fruto de la vida
que la instó a seguir creciendo
más allá de la flor
sin temer, sin dudar
hasta ser fruta
madura recompensa

qué suerte que no la olvidé en la heladera
que no se puso fea
todo ocurrió a tiempo
mastico agradecida
entera la disfruto
no pienso en otra cosa
entrego mi conjunto de papilas
mi tiempo de morder y de tragar
mi tiempo de comer
ahora
conozco el sabor de dios

 

Putita

putita linda
¿es verdad que vamos a volar juntas en avión?
no lo puedo creer
ponete algo lila si tenés, queda bien con el cielo
o con los productos de aeropuerto
ya nos veo
paseando por las góndolas más caras del mundo
eligiendo lo que vamos a robar
¿trajiste tarjeta, tarjeta personal?
a mí, se me acabaron
a mí, me acabaron encima
qué enchastre, qué boludez atómica
andá a saber
por ahí la azafata es de las nuestras
nos mete en una cabina presurizada y conectamos
ponete esto, me lo acabo de robar
¿qué es?
no digas nada
una llave con candado vaginal
¿cómo va?
después te explico
ahora escondé esto otro
¡nos van a descubrir!
tranquilizate, es la mejor manera de disimular que estás re chapa
hay drogas que no están permitidas, son obligatorias
vos, por ejemplo, tendrías que tomar cada mañana y cada noche
según la hora en que tu euforia te de tregua
una pastilla de tranquilizante para caballos
mirá que sos yegua
así nadie se va a dar cuenta de que no hiciste los trámites de migraciones
estás colada en el primer mundo, mirándote al espejo en una fiesta con gente de la colectividad
que no sospecha que además de torta, pajera y suicida sos la que escribió el poema en que hoy les toca estar
vení, vení un segundo, arrimate que te pueden escuchar
poné una oreja en la cerradura de tu candado vaginal
¿trajiste la cadenita como te pedí?
mirá que el control de aduana es duro
si no aflojás la mandíbula viene la extracción
y un, dos, tres, tirón
en la puerta quedaron tus dientitos de leche
con los que insistías en mordisquearme algún que otro pezón
dale, decime que sí, dale que vamos y vamos ya
te paso a buscar por la playa, te trepás por la soguita
te vas poniendo la malla para cuando haya que saltar
al agua puta
¿viste? no era tan difícil, hasta te gustó
no podía ser de otra manera
te tocó rayarte en la puerta del loquero
te internet, te visito de vez en cuando
no pongas cara de pobrecita
no me das lástima sino deseo
escapemos
te encuentro en el quinto piso, de ahí saltamos
directo al colchón de mil primaveras japonesas
un ciruelo en flor y la fruta a punto
¿maduraste de una vez? no hay caso con vos, putita
te gusta, te gusta, te gusta
lo único que te consuela es que te llenen la boca con la roja, la más roja, bien, bien
roja, la más roja gelatina

 

Querida, de Gabriela Bejerman, San Justo-Buenos Aires, Caleta Olivia, 2017

*  Nota de la autora.
Escribí los poemas con los que armé el libro Querida entre 2010 y 2013. En esos años me deslumbré con la poesía de Luciana Caamaño, que abrió más grande el surco de la poesía directa, hablada y desparpajada. Pero hubo de todo, como siempre, también poemas de una era espiritual que llegaba al clímax en simultáneo. Poemas de la felicidad de lo más simple, en los que podía despojarme del yo para devenir lo contemplado o lo comido. En diciembre de 2014, salió el libro por Eloísa Cartonera. Pero cuando empecé a armar un nuevo libro gordo, gordo, inédito aún (Aurelia), me di cuenta de que había algunos poemas que todavía pertenecían a la era anterior (antes de la orfandad, antes de la maternidad). Así que decidí llevarlos a Querida y reeditarlo, y salió a fines de 2017 por Caleta Olivia. Cuando miro los textos que componen este libro, veo poemas de idilio amoroso, en ese vértigo de la aventura que comienza, también están los poemas jocosos y locos y los del fin de una relación que se vuelve serpiente autovenenosa. Pero no todo es tan lineal, no hice los poemas pensando en un libro. Hay algún colado de años anteriores, alguno más reciente que justo cuajaba ahí. Cuando llega el momento de compilar, busco una secuencia, un viaje para quien leerá. Poemas cortos que son la huella de un asombro, poemas furiosos que muerden con palabras, poemas juguetones que se rayan al borde del lenguaje. Todo eso soy. ¿Quién quiere ser solo una? Y aunque quieras… La respiración muta: un jadeo apurado… el aire pesado del sueño de la siesta… Y el volumen de los poemas suena como respirar… Para mí el lenguaje es un camino de elevación, planear sobre los momentos que componen nuestra vida, escarapelas abrochadas a la memoria evanescente. Huellas de alguna forma de grito o revelación. Y también: escribir es una ofrenda. Un poema sólo puede ser leído por quien abre lugar para decir al unísono lo que lee. Así la poesía nos libera de nosotros mismos, nos libera del ansia de verdad y totalidad, para establecer un simple diálogo donde, después de nosotros, viene alguien más.


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