Trama de discordias/ La ciencia ficción, de Oscar Taborda

t_lcficcion_otabordaLa ciencia ficción
Oscar Taborda
Bahía Blanca
Vox
2015
40 páginas

 

 

 

Por José Villa

Oscar Taborda es un legendario poeta y narrador rosarino (actualmente director de la Editorial Municipal de Rosario), que, según se dice, y creo que se puede comprobar, fue el primer poeta argentino publicado por Diario de Poesía, y que, por lo demás, ha publicado pocos libros. Según recuerdo, una novela en verso, 40 Watt, notable, y otra, un poco más convencional, Las carnes se asan al aire libre. Creo que también hay alguna plaqueta y un libro colectivo, con poemas. La presente edición reúne todo lo publicado en diferentes números de Diario de Poesía entre 1986 y 1990, y agrega otros, del mismo período, que permanecían inéditos. Dicho esto, quiero motivar al lector y comentar algunos poemas, que son cuadros en sí mismos. Y no sé si me voy a explicar bien. Solo diré que, en general, un clima de discordia predomina en la trama de especulaciones que componen el libro.

“Parodia” es un ejemplo; refiere la eficacia del medicamento, su verdadera eficacia: el pensamiento queda sujeto a una calibración que sucede a partir de disolutas correspondencias de orden familiar. ¿Qué esperabas? El bloqueo del sistema nervioso permite la conciliación de las relaciones y en el mejor de los casos la entrada al sueño. Pero lo importante es que hay algo que no cierra; una cadena de fallidos movimientos.

“Accidente” podría llamarse “Palabras”, aunque me parece que perdería su sentido amargo; es una descripción al estilo de un croquis reconstructivo que hace que todo el peso de las palabras recaiga sobre ellas mismas y por lo tanto por la línea sinuosa del camino que figuran. Pensar el deseo dentro de lo ocurrido significa trazar una nueva sombra sobre la sombra de los hechos. El resultado de esta actitud, la de que pensar y escribir vayan conformándose con su gustosa progresión, marca también el límite del hecho real. Ese límite existía y los sujetos al volante lo iban construyendo a medida que avanzaban hacia lo que pensaban. De modo que “no pensar en otra cosa” se vuelve una alusión a la muerte, que no se desprende del todo de la acción literal.

“Para enturbiar las aguas”. Un drama que le devuelve al lector la deformación del tiempo, por el error y por el tiempo mismo. Una formulación hecha con imprudencia y allá vamos, desgarrados: “Está”, inicia el poema; la pregunta sería “¿dónde?”. No obstante, el “cómo” está bastante desarrollado. Sin duda que la utilidad se asocia con un planteo moral, el del engaño, y, más allá, donde se ve poco y nada, el “misterio” como ilusión y principio de cierta representación.

 

Poemas de La ciencia ficción

Parodia
Cuando toma
pastillas tranquilizantes
el nerviosismo no pasa.
Una esquemática
hora sin ingenuidad
precede al sueño,
donde lo que conmueve
no es la oscilación
del pensamiento entre aquello
hecho o no hecho en la vida,
sino la acción dejada
por el medicamento: lazos,
hermandades,
correspondencias de padres
a hijos.

 

Accidente
El camino
dobla a la derecha,
habiendo de un lado campos
de golf y del otro
casas. No prestaron atención
a la rotonda, a la avenida
que viene después,
los paraísos oscureciéndola
bajo una llovizna que persistía
desde antes del amanecer.
Con una sola mano sobre el volante
ella fumaba. Llegar y bañarse,
no pensaban en otra cosa.

 

Para enturbiar las aguas
Está ese tipo de descripción
que por no considerar la utilidad y demorarse
en el misterio que envuelve las cosas,
divaga en pormenores que en el mejor de los casos
sugieren la noción de muerte o decrepitud.
Así, no se ven sobre la mesa lápices
sino madera seca. Pan negro
puesto sobre fuego crepitante y alrededor
sombras de salvajes en cuclillas.
Y por eso, porque fue despreciado el uso,
y para no sentirnos salidos de un teatro burdo
víctimas de una visión poco sofisticada,
se terminó de la peor manera:
dando la palabra a cuatro eunucos
y aplaudiendo monerías.

 


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