Laura Crespi: El poeta laureado

El poeta laureado es el libro reciente de la poeta y música Laura Crespi, editado en Buenos Aires por La Carretilla Roja. Presentamos dos poemas del volumen y un texto de la autora que comenta algunos pormenores de la obra y su proceso de escritura.*

f_l_crespi_2Laura Crespi (San Fernando, 1973) publicó Días de Besos (Buenos Aires, La Internacional Argentina, 2006), Una onda magnética (Buenos Aires, Belleza y Felicidad, 2008), Arboles alineados (Mata-Mata Latinoamericana, 2010/ Bahía Blanca, Vox, 2015), La vida interior (Buenos Aires, Spiral Jetty, 2010), Invisible vanidad (antología) (Córdoba, Textos de Cartón, 2010), Primavera (Buenos Aires, Blanco Móvil Poético, 2014), Otoño (Buenos Aires, Blanco Móvil Poético, 2016), Les autres sensualités (San Justo, Caleta Olivia, 2016), y el ensayo Un blanco móvil. Filosofía, literatura y metáfora (Buenos Aires, Santiago Arcos, 2009). Edita y traduce en la colección de plaquetas Cuadernos de Traducción. Es Licenciada en Filosofía y docente. En 2014 editó un primer disco solista Claridad, claridad y en 2016 La princesa flotante y otras canciones, donde reúne sus canciones infantiles como CHILDREN’S CORNER, que es un proyecto de poesía y música para niñas y niños de todas las edades.

 

Aunque no estaba nada apurado por aquel pequeño drama, el poeta se alegró bastante de que lo dejaran a solas un rato, no sólo para cavilar acerca de las prodigiosas aventuras de su amigo, sino también para hacer un inventario de su propia situación.

John Barth

1.
La apuesta trascendental

Bordeando un triángulo de luces
observando los vasos de plástico
elevándose en un círculo danzante
como cubos de hielo flotando
que se iban derritiendo
hasta generar una estridencia
desde una cabeza de largos cabellos
que aullando sobre el oído
al borde de la sien
llegó hasta mí
me dijo:
no hay
que tener
miedo.

 

Sobre las paredes
se movían los reflejos
y proyectaban luces los autos
cayendo por sobre tres esquinas
a lo ancho de unos rayos amarillos
en cuya fugacidad
parpadeaba la gente
reunida afuera.

 

Nubes barriendo los pedestales dentro
en el humo y el murmullo persistente
de atletas agrupados bajo esa radio
entre un arrebato tan nítido
tan diáfano
y una música mala
pudo oírse un hallazgo infinito:
Elas,
ese libro que escribían
para publicar en un secreto.
Una idea milenaria
de la comunión
como una prueba
de necesidad.

 

Afuera del viento
respirando el aire frío
y perdida en la casa de la diversión
un corazón doble cayó un instante
durante una limada pasión enardecida
viendo el humo
cómo se alejaba
desde un cigarrillo
reflejándose en el vidrio
que exhibía los últimos títulos
de ese verano ácido y naranja
con iluminados ángulos
de un azul opalino
entre su brillo nuevo.

 

Faroles continuos de los autos
avanzando sobre la fugacidad
y su dorada transparencia
dilatándose despacio
sobre las esquinas
hasta que la noche
las cubriera a todas.

 

Todavía me dolían los oídos
cerrando los ojos y esquivando
un manotazo que caía
con la forma del misterio
y del miedo que no tardaría
mucho más en revelarse.

 

El desvío
sin estelas
de una mediación
volátil en su distorsión
hundiéndose en el fuego
y en el largo lloriqueo íntimo
que paralizara la realidad
un toque antes justo
de volver sobre el camino.

 

Reaparece
sobre nuestra vista
y el oído muta
y se retuerce
en un trastorno
del parlante que fallaba
y hacía vibrar la biblioteca.

 

3.
Estando en juego su futuro, el poeta reflexiona sobre un par de misterios seculares

Una maraña gris volaba
todo el tiempo alrededor
del nuevo emplazamiento
para el ruido
y ese machaqueo
sobre lo perdido.

Porque ahí se abría
en una levitación suave
a la alegría
la depresión
del amor.

Variación entre las risas
sobre una misma imagen
para comenzar
y terminar en un extremo
abyecto e infantil.

Quien posara su gravedad
como un vehículo
de dos o tres ideas
no falló
y listo.

Y si por un instante
el mundo entero fluyera
por sobre una única ruptura
de total encantamiento
tampoco sucedería nada.

Con fugaces refucilos de luz clara
abro los ojos en una bocanada lenta
de ese aliento que seguí hasta el final
entre enarmónicos y trinos
desde una ciudad distinta.

Y dentro de esta casa vieja
reordenada y silenciosa
es donde renuevo
una decepción
para obtener.

 

 

* Nota de la autora.t_elpoetal_lcrespi
El poeta laureado es un concepto, una idea, que surge como título de libro hace años, cuando leí El plantador de tabaco de John Barth. Ahí el protagonista es un poeta que ostenta el título de «laureado poeta», y la larguísima novela es todo un gran bardo muy divertido de aventuras y parodias poéticas, que exalta con genialidad además el mejor estilo de la narrativa de aventuras y extravagancias del siglo XVIII como el Tom Jones o el Tristram Shandy. Por eso salen también de ahí el epígrafe y los cinco títulos que escanden el continuum que el poema es. Porque por otro lado, pareciera que eso es además aquello que la poesía también es: una aventura que se expande, y muchas, donde nos lanzamos sin nunca saber muy bien adónde podemos terminar.

 


Links

Blogs de la autora. Blanco Móvil Discos / Claridad Claridad
Música. Solista: Colors / Claridad, claridad // Children’s Corner: La princesa flotante y otras canciones