La travesía de la traducción en versiones de Jonio González

Sobre Poetas norteamericanos en dos siglos (ebooks, Ediciones en Danza, 2020), la compilación de traducciones del poeta argentino Jonio González publicada en dos volúmenes.

Nota y selección: Silvana Franzetti

Poetas norteamericanos en dos siglos es una antología en dos volúmenes, compilada y traducida por Jonio González, poeta argentino residente en Barcelona, y prologada por Jorge Aulicino. Esta magnífica obra publicada en 2020 y disponible para su descarga gratuita en Ediciones en danza (volúmenes I y II), se inicia con el siguiente texto de González acerca de la íntima conexión entre las tareas de traducción, escritura y edición: “Traducir es leer, leer y rescatar, del enigma de otra lengua, el significado posible, o probable. Poetas norteamericanos en dos siglos es, de algún modo, el itinerario de esas lecturas, del trabajo implícito en esas lecturas y el fruto de ese trabajo, incluidos los errores. Es por eso por lo que, salvo excepciones, el orden de los poemas es el de mi lectura de los mismos: un itinerario personal en el que aparecen coincidencias y divergencias, de poetas que me marcaron y otros que he ido descubriendo, de unos y otros entre sí y para conmigo. Y es el itinerario, también, de una búsqueda creciente de las razones que llevan a alguien a escribir lo que escribe y a escribirlo del modo en que lo hace, y a nosotros, como lectores, a conmovernos con sus textos”. Aquí una ínfima muestra de esta obra inmensa y necesaria.


Amy Lowell (Brookline, Massachusetts, 1874-1925)

Meditación

Un hombre sabio,
mirando las estrellas cruzar el cielo,
comentó:
en las capas superiores de la atmósfera
las luciérnagas se mueven con mayor lentitud.


Meditation

A wise man,
Watching the stars pass across the sky,
Remarked:
In the upper air the fireflies move more slowly.


Carl Rakosi (Berlín, 1903 – San Francisco, 2004)

Experimento con una rata

Cada vez que tocaba ligeramente aquel resorte
sonaba una campana
y un hombre salía de una caja
diligente y perspicaz
como una de nosotras
y me traía queso
¿Cómo había caído
en mi poder?


The experiment wih a rat

Every time I nudge that spring
a bell rings
and a man walks out of a cage
assiduous and sharp
like one of us
and bring me cheese
How did he fall
into my power?


May Swenson (Logan, Utah, 1913 – Bethany Beach, Delaware, 1989)

El resto de mi vida

Soy la que
estará conmigo
el resto de mi vida.
Soy la que
disfrutará de mí misma,
cuidará de mí misma,
será adorable, para amarme
a mí misma durante el resto
de mi vida.
Brazos, sed fuertes para sostenerme.
Ojos, estad conmigo.
¿Estarás tú conmigo
el resto de mi vida?
Yo soy,
la única,
la que no quiere dejarme
durante el resto de mi vida.


The rest of my life

I’m the one
who’ll be with me
for the rest of my life.
I’m the one
who’ll enjoy myself,
take care of myself,
be loveable, so as to love
myself for the rest
of my life.
Arms, be strong to hold me.
Eyes, be with me.
Will you be with me
for the rest of my life?
I’m the one,
the only one,
the one who won’t leave me
for the rest of my life.


Robert Creeley (Arlington, Massachusetts, 1926 – Odessa, Texas, 2005)

De nuevo

Un día más acabado,
hecho, encontrado en
la forma de los días.
Comenzó,
terminó, estuvo
delante, detrás,
fue lento, rápido un
sol resplandeció, nubes,
alto en el aire estuve
un rato con otros,
después bajamos
a la tierra de nuevo.
Sin luna. Una habitación
de hotel: para empezar
de nuevo.


Again

One more day gone,
done, found in
the form of days.
It began, it
ended – was
forward, backward,
slow, fast a
sun shone, clouds,
high in the air I was
for awhile with others,
then came down
on the ground again.
No moon. A room in
a hotel – to begin
again.


Mark Strand (Prince Edward, Canadá, 1935 – Nueva York, 2014)

Llegar a esto

Hemos hecho lo que queríamos.
Hemos desechado sueños y preferido nuestra mutua
industria pesada, y hemos dado la bienvenida a la aflicción
y llamado ruina al inaguantable hábito de la ruptura.
Y ahora henos aquí.
La cena está servida y no podemos comer.
La carne se asienta en el blanco lago de su plato.
El vino espera.
Llegar a esto
tiene su recompensa: nada se promete, nada se quita.
No tenemos confianza ni mérito,
ningún lugar al que ir, ninguna razón para quedarnos.


Coming to this

We have done what we wanted.
We have discarded dreams, preferring the heavy industry
of each other, and we have welcomed grief
and called ruin the impossible habit to break.
And now we are here.
The dinner is ready and we cannot eat.
The meat sits in the white lake of its dish.
The wine waits.
Coming to this
has its rewards: nothing is promised, nothing is taken away.
We have no heart or saving grace,
no place to go, no reason to remain.


Linda Gregg (Nueva York, 1942 – 2019)

Los secretos de la poesía

Hace mucho, mucho tiempo, cuando el bellísimo tazón de celadón
que era el cuenco favorito del mikado se rompió,
nadie en Japón tuvo la destreza ni el valor
para arreglarlo. De modo que los trozos fueron llevados de vuelta
a China con una súplica al emperador
para que lo reparasen. Cuando el tazón regresó,
se mantenía unido gracias a unas pesadas grapas de hierro.
La carta que lo acompañaba decía que no podían haberlo hecho
más perfecto. Lo que resultó ser cierto.


The screts of poetry

Very long ago when the exquisite celadon bowl
that was the mikado’s favorite cup got broken,
no one in Japan had the skill and courage
to mend it. So the pieces were taken back
to China with a plea to the emperor
that it be repaired. When the bowl returned,
it was held together with heavy iron staples.
The letter with it said they could not make it
more perfect. Which turned out to be true.


Diane di Prima (Brooklyn, Nueva York, 1934 – San Fancisco, 2020)

4 tomas, un mismo haiku

a Tigger Beauparlant

Primera tormenta de otoño
y el sendero está sembrado
de capullos de fucsia caídos


Un colibrí busca en
los capullos de fucsia caídos:
primera tormenta de otoño


Tras esta primera tormenta
los colibríes lloran
las fucsias caídas en el suelo mojado


Fucsias rotas en
el suelo mojado; colibríes hambrientos
comienzan las tormentas de otoño


4 takes, same haiku

for Tigger Beauparlant

First storm of autumn
and the path is strewn
with fallen fuchsia blossoms


Hummingbird seeking
the fallen fuchsia blossoms:
first autumn storm


After this first storm
the hummingbirds mourn
fallen fuchsias on wet ground


Fuchsias broken on
wet ground; hummingbirds hungry
Autumn storms begin


A.E. Stallings (Decatur, Georgia, 1968)

Quemado

No puedes hacer que lo quemado deje de estarlo.
Aunque rasques la arruinada tostada,
No puedes volver atrás. Es hora de que te enteres.
La manteca no puede no haber sido batida,
No puedes no haber enviado el correo enviado por la mañana,
No puedes hacer que lo quemado deje de estarlo.
Los amantes que en tu juventud rechazaste,
Los puentes carbonizados que más necesitaste,
No puedes volver atrás. Es hora de que te enteres.
El humo tiene una bien merecida reputación,
No sólo como acre, vana jactancia:
No puedes hacer que lo quemado deje de estarlo.
Echabas de menos tu hogar, pero mientras añorabas,
Los negros barcos ardían en la costa;
No puedes volver atrás. Es hora de que te enteres.
Aun cuando hubieras regresado,
Sólo serías una especie de fantasma,
No puedes volver atrás. Es hora de que te enteres
De que lo quemado está quemado está quemado.


Burned

You cannot unburn what is burned.
Although you scrape the ruined toast,
You can’t go back. It’s time you learned
The butter cannot be unchurned,
You can’t unmail the morning post,
You cannot unburn what is burned–
The lovers in your youth you spurned,
The bridges charred you needed most.
You can’t go back. It’s time you learned
Smoke’s reputation is well earned,
Not just as an acrid, empty boast–
You cannot unburn what is burned.
You longed for home, but while you yearned,
The black ships smoldered on the coast;
You can’t go back. It’s time you learned
That even if you had returned,
You’d only be a kind of ghost,
You can’t go back. It’s time you learned
That what is burned is burned is burned.



Links

Entrevista a Jonio González, por Jorge Fondebrider