Poemas de Costuras + tres inéditos*
Botiquín
Un costurero antiguo
guarda agujas
hilos, un dedal
flores de manzanilla
y tilo
para curarme.
Casa
Mi madre
selecciona botones
los agrupa
por colores
y los encierra
en alfileres de gancho
algunas noches
emprendo esa tarea
elijo mis angustias
y las llevo al alfiler pero
dejo la puerta abierta.
Quietud
En un bastidor
mi cuerpo
espera
ser cosido
por el tiempo
y sus hilos invisibles.
En el hueco que hay entre mis pechos
puse un puñado de tierra.
En la tierra hundí
la raíz de una enredadera.
La enredadera empezó a crecer.
Estela Figueroa
Deseo
Quedarme quieta
en la cama
y que me cubran
con una sábana
de enredadera
que las hojas
cosan
y borden
un corazón
en mi pecho
o
nazca una flor.
Reconocimiento
Con un hilo rojo
me bordo
las uñas
de los pies
ahora
me pertenecen.
Bordado
Mi cuerpo
se hizo tela
las cicatrices
figuras con hilos
en relieve.
Búsqueda
Para mirar adentro
me cosí los párpados
ojos cerrados
mirando
lejos.
Ceremonia
Se abre
el interior
la luz invade
cose heridas
de los ojos húmedos
brotan algas
el cuerpo
se cubre de flores
por la boca
asoma el sol.
Revelación
Tocar fondo
sumergirme
en las profundidades
salir a flote
con la ropa seca
sin costuras.
Inéditos
Herbario
Tomo nota
observo el cuerpo
de las flores
registro su fragilidad
o su espesura.
Hago un inventario
de las especies.
Como un testamento
dejo constancia
de mis posesiones:
todas las flores que vi
y toqué.
Pertenencias
Veo llegar las algas
y la espuma
desde la orilla
del mar.
Lo que viene a mí
es lo único
que me pertenece.
Transición
Corto flores amarillas
dientes de león
las pongo en un vaso
con agua
sobre la mesa.
Lo que afuera crece
rústico y silvestre
adentro se vuelve
suave terciopelo.
* Nota de la autora.
Costuras (Buenos Aires, Modesto Rimba, 2018) es mi primer libro de poesía. Es un libro que comenzó cuando empecé a dar las primeras puntadas. Así descubrí que cuando cosía también me cosía. Aprendí a bordar y volví a escribir, retomé la escritura como actividad reparadora. Ahora la cicatriz muestra su belleza en un brillo de prolijo bordado. Y lo reparado es lo que irradia la luz, de adentro hacia afuera. La revelación final es el cuerpo curado en la poesía. Coser es un oficio que se hereda junto con la fuerza de las mujeres que cosen, bordan y unen sus partes con hilos. Es un libro dedicado a mi abuela y a las mujeres fuertes que ellas mismas se cosen las heridas y bordan sobre ellas para que llegue el olvido.
María Belén Sanchez (Santa Fe, 1984)
Es Profesora en Letras egresada de la Universidad Nacional del Litoral. Estudió fotografía y participó en diversas Muestras Fotográficas. Coordina talleres literarios y proyectos de formación artística donde las letras se amalgaman con las fotografías. Las palabras y las imágenes han sido las principales líneas que interpelan en forma permanente su producción literaria. Reside en la ciudad de Santa Fe, donde se desempeña como docente en escuelas secundarias públicas.
Poesía
Costuras, Buenos Aires, Modesto Rimba, 2018
Links
Más poemas de la autora en op.cit. «Piezas sueltas. Antología»
Poemas. En Emma Gunst / El Poeta Ocasional