Circe Maia. Dualidades

Dualidades, de Circe Maia, Montevideo, Rebeca Linke Editoras, 2015

Sobre cuadros de Paul Klee

III

Es su último cuadro.
Sobre fondo muy negro se recortan objetos.
La tetera inclinada, violentamente verde.

No nos dejó palabras
sino estas formas redondeadas y nítidas.
Como si hubiera dicho, sin decirlo:
“Aquí está el mundo” o más bien las cosas
más sencillas del mundo
a la vez familiares y extrañas.

Sobre la mesa hay también objetos
indescifrables, pero los colores,
las líneas suaves los rodean
y los protegen.

Ellos se ofrecen a la mirada
y a la vez se esconden.
Luminosos y oscuros
callan.

 

Supervivencias

De todo lo que está con nosotros ahora
algunas cosas sobrevivirán.
¿La jarrita de loza? No lo creo.
Es muy frágil. Los estoicos decían
que al vidrio hay que mirarlo ya quebrándose.
(Como deberíamos también mirarnos).
—¿Y la pared?
—Con el tiempo también se deshacen los muros.
Y solo quedan
ladrillos rotos, piedras sobre el suelo.
—¿Y la escalera?
Toda la madera desaparecerá. Un día
–cierto y lejano–
Se verá solo la armazón de hierro…

Hierro-herrumbre.
No te creas tampoco
para siempre salvado.

 

Ríos desconocidos

De las treinta o cuarenta personas silenciosas
que viajan juntas
los pensamientos fluyen sin tocarse.

La mayoría mira sin mirar el paisaje
(y el fluir por detrás de los ojos no para)

Parpadean. Algunos se duermen
y  los demás seguimos
junto a esos ríos desconocidos, imágenes
interiores, confusas o nítidas…

Pero pueden, de pronto, deshacerse:
en un instante, una frenada brusca
nos arroja hacia afuera la mirada
a la hierba empapada
por la lluvia reciente.

 

N. del E. Selección: Ana Lafferranderie.


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