Lua. Historias de Bahía Blanca y otros lares
Clementina Zivano
Bahía Blanca, Unidad de Sentido, 2022
Cuadros
Enorme asoma
un grillo de alarma
entre ecos de un auto
mi música hoy.
*
Ascensores
corrompen
el espacio
cometas
disfrazados
o cárcel
que encierra
sin causa
Subir bajar
no justifica el descuido
de aislarnos del mundo
por un momento
Viva el yuyo de la esquina
que aun respira entre el gris.
*
Una forma
debajo de otra picos,
colas trompas, orejas
pata a pata
van cayendo
suspendidas
delante de la ventana
trepan el aire
con un fondo anaranjado
que de a poco se enciende
Hablan en silencio
pequeñas sombras condescendientes
capaces de hacernos felices
con la simple presencia
y hasta pareciera que son más fuertes
en blanco y negro
Comienza a aclarar
muy rápido
la montaña de animales se apaga
como la oscuridad.
*
Los ojos más profundos que vi
están en una foto blanco y negro
parecen el mar de noche
a veces gaviotas en busca de peces
a veces luces inexplicables
En ellos
algo está por decirse
como si buscaran hablar a la distancia
advertir en silencio
y con las manos hacia atrás
lo que asoma
Las aguas todas
contenidas en sus ojos
y una ilusión de los días
que no desaparece
*
Manos ajadas
buscan posarse
como palomas
en la cornisa
de un techo
que ya es un teatro
de algodón
pura realidad.
Otros lares
Retiro
A dos metros
ella respira
duerme en posición fetal
Su madre insiste
fue a buscar cajas
le acomoda unos cartones bajo las piernas
ella le grita
dejame, rajá de acá
su madre le tapa los pies con una campera de algodón negra
Sigue durmiendo
se destapa las piernas
dejando ver el costado de su pantorrilla izquierda
y un tatuaje vertical
P
A
D
R
E
Al rato vuelve la mujer
la tapa de nuevo
con cuidado de no recibir
una patada
y se va
Después pasa un chico
le mueve un pie y la despierta
amiga, dale
Ella sobresaltada
lo mira mal
Él se ríe
sube unos escalones
salta detrás de la valla con candado
se acuesta del otro lado
formando una hilera con ella
y en su misma posición
Hoy jugaron Boca-River
afuera llueve muchísimo
la estación explota
el sueño continúa.
Rosario
I
Un grito de cabra
agita la peatonal
con ritmo perfecto
su voz entra
en el taller de canto
que vale 300 pesos en 2016
y de a poco se va alejando
el hombre cabra sigue su camino
y a pedir a otro lado.
II
Caminar
tras el oleaje poderoso.
Grafitis
colillas
restos de pescados.
El viento suena en una botella
junto a la sombra de un pájaro sobre el agua
que busca la silueta de las islas
de enfrente.
¿Cómo no cantarle al río
o al secreto de los palos borrachos?