Dos melodías
Canto del gato perdido
Este río es el que baja
Contento
que se reencuentren los caminos,
es para decirte que tuvimos
en medio una rotonda
El cuerpo acuático, en su mayoría líquida
funciona hervido pero nunca seco Esta planta
que acá tengo me señala: forma de una mano su forma:
no está seca ni aun cuando parezca
Un hueco será
la vida en línea?
Este pucho que me chupo
no podrá volver a casa, me lo llevo
Esta perra que ganamos
de la terraza en la que andaba “flaca”
está acá, con unas mantas
¡Cuántas hojas que la orquestan
a la enredadera que cae vecina
y asomada nos conquista?
Desde afuera no se ve ya la ventana
y de adentro no el patio
pero entra una luz verde
en las mañanas extrañas…
No me enseñaron, hubiera sido importante
en la escuela aprender a pasear perros
tuve que aprender teniendo perros
pero igual nunca aprendí
aunque avance con los días, de un saque la entorpezco
y las perras si se alteran es porque yo lo trasmití
Pero sí veo con claridad
que después de la lluvia larga
salió un sol seco
ya no hace calor ni fresco
y el camino que lleva a casa ensancha
el mar del boulevard Francia
Las hojas caídas de los árboles
doradas se achicharran
y las viejas
amontonan : -Quedan verdes que se vuelven rojas!
La
melodía rema con motivos
no tanto con patrones, la pérdida
da proyección a los pensamientos Hoy anduve
todo el día por los techos, para ver si nuestro gato
de manto negro y collar verde
se mandó sin saber por ahí… y en esta búsqueda afligida
salto hacia las casas vecinas
camino los techos linderos
los de atrás tienen pileta
y al costado casa en el árbol
las chapas están flojas en el galpón de al lado
Satanás! llamamos Satanás!
… Negrito! pero no aparece,
sigo por ladrillos
flojos que se despolvan
quedo agazapado un rato Atardece
los pájaros alegres se devuelven
los nocturnos florecen, cantan diverso
la noche oscurece el canto,
serena luna media hacia el oeste
largo me la quedo mirando
cómo achica su globo cuando asciende
y por los tanques buscando voy el punto de agua más alto
por donde vine que bajé es difícil ahora subir
dos perros ladran, no los veo
una música me alcanza, trepo
un árbol, una rata, la persigo, se me escapa!
la vista ensancha los oídos agudizan
–Satanás! … Negrito! Este hilo
nunca se desata, nos une para siempre
no lo vemos pero existe
lleva a casa, y a la vuelta cuando vuelvas
mitifiquemos
para entender mejor el mundo:
todos tenemos distracciones
o caemos.
. .
. .
.
Después del cuarto día con Candela le tocamos
timbre todas a las puertas de la manzana entera
sirvió también para conocer a los que viven
bajo esos techos, sobre quiénes caminamos
quiénes a uno lo escuchan gritar por la noche
–Satanás! … Negrito! Se nos quedaban
contando las historias de sus propios animales perdidos.
Y
hasta que de nuevo subo al techo cuando veo que lo veo
Mira como un búho Deduzco
qué casa sería y por dónde se entraría, le grito
que ahí voy, que me espere!
Cazo la mochila al vuelo y salgo de casa, toco el timbre
y el señor que me atiende me dice que el gato que vi
es el gato también negro
de la maestra que vive al lado…
Entonces vuelvo
a casa con la mochila vacía
el pecho que me arde, cantando
mentalmente una zamba
triste del Chivo Valladares.
Las olas son así redondas aquí en Máncora,
y los surfistas junto a las gaviotas
Con viento en los talones de telón es el lienzo: arena y roca
2 caballos, un potrillo
en sus tablas de madera van tres chicos,
quedo en soledad por un rato.
Vacacionar es igual que andar al pedo, no es de
verdad pero es verdad: el perro de la arena se refresca
acá hay azaí, a la sombra yo no voy
y la sombra viene a mí
El mar relaja la marea en baja
se refleja el cielo líquido bajando
aparecen más piedras
verrugas en la dermis del planeta,
un perro negro
en el mar blanco
Y ahora voy a cerrar los ojos : la vista ensordece el cantO
“Empanadita? … Hay de pollo hay de queso
Empanadita? … Hay de chicken hay de cheese
Hay de pollo hay de queso
Hay de chicken hay de cheese … ”
Pobre, el masajista
que gana
en cinco horas
lo que el barman gana en tres
pero tragos fugaces que hace.
Pobre! el barman…
otro es el tacto
del perfume en sus manos
Una otra ella
anuda
el pañuelo al sombrero
con la delicadeza
que no han tenido ésas
que recién aterrizadas
encualquieraron
mantas y sombreros
sobre la arena meada
y sin comprar. Arena
meada por nosotros
los turistas, año nuevo
Es
aquel ave
barrilete sin cordel
flotando a contraviento
?
¿
Es
la vida
sentirte mal después
de haber estado bien
Lo que digo se me acorta, todo es diario
cada día empieza una vida:
de atrás hay que guiarla
ya delante hay que traerla,
hoy quisiera, pero no puedo, atraer
la piedra hasta mi posición errante. Se estaba
yendo el sol pero salió de nuevo: ping-pong.
Tomás Boasso (Rosario, 1984)
Poeta, narrador, traductor y músico; publicó los siguientes títulos:
Poesía
El hielo cubrirá Nineveh (versiones de Keneeth Rexroth), Mar del Plata, Luz mala, 2014
El entusiasmo, Rosario, Ivan Rosado, 2013
Fuentes de radio cuasi estelares, Paraná, Gigante, 2012
Lejos y sin órbita, La Paz, Entre Ríos, Neutrinos, 2012
El hit del verano (con Ramiro García), Rosario, Tropofonia, 2010; Paraná, Ese es otro que bien baila, 2011
Novela
Vergüenza (con Verónica Laurino), Buenos Aires, Sigmar, 2011
Links
Poemas. En Letra de cambio
Audio. En Sonidos de Rosario
Entrevista. En Horas Robadas a la Noche