
Clasificadores de objetos planos
Darío Rojo
Duggan, (pcia.) Buenos Aires, edición de autor, 2024
Selección: José Villa
El presente atravesado por una realidad dinámica
Cubierta de escamas que rugorizan el aire.
Hay también hollín, restos volcánicos
de una situación semejante, un inmenso cardo ruso
de cristal que hace del recuerdo un bien material,
una plataforma deshabitada para futuras decepciones.
De espaldas a los trajes naranjas,
y a las construcciones antibióticas, una modesta marca
en la base del cielo, sin árboles en el horizonte,
ni pasto que estire la tierra como una cabellera.
Entre glaciares la corva del espíritu sostiene
toda la nieve que lo cubre, la parquedad
de las estrellas envueltas en una forma
que cualquiera puede distinguir y en el aire
dibuja con el dedo sin tener la necesidad de decir algo.
De paso
Por donde se mire hay espuma: gaseoso gel
de esporádica densidad sin el privilegio de lo táctil
pero suficiente
para desvanecer el antes, el afuera
y las nadadoras sincronizadas
impulsadas por secuenciales designios.
Junto a semejantes y distintos formó parte
de un sistema que estabilizó el movimiento
y en el aeropuerto internacional de Tarija
fue lustrado
y alimentado con el combustible necesario
para entablar con el espacio una relación
más dinámica de la que comúnmente se le endilga
al cedro y al abeto.
Ahora, imposibilitado de exasperar el fin
por regodeo del inicio, disuelve
lo ocasional en lo continuo.
Estas son nubes ¡corazón de las tortugas!
único suceso que ha de establecer lo establecido.
Ante la ausencia
de cualquier actividad en procura de alimento
fui henchido decorosamente
por la polea que ensucia todo de sentido.
De pronto cada mancha se fue extendiendo
por toda la materia semejante
hasta que la esponja de las circunstancias
borró, estiró y convirtió cada acontecimiento
en algo elocuente, humano
y de movilidad casi autosuficiente.
Instrumentación
En algunos de los segmentos
se puede hallar la misma respuesta que destella
en la totalidad de los componentes.
Temor a la plenitud de continuidad,
la monotonía de la presencia constante
en un desierto humanizado.
Micro fertilidad encastrada en una silueta
cambiante que independientemente
de cualquier variable proyecta siempre
la misma sombra, enfriando el mismo flanco
sobre el mismo sentimiento.
¿Y si por exterior coincidencia una pluma
su superficie rozara? Una pluma antigua como el futuro
que expande la sensación de sujetar
la renovación de los sucesos a una nueva unidad:
torneo de lo detenido en todo lo fugaz.
Diseño del nido
Desprendida de un aerodinámico
modelo por las falanges de un cíclope
la entidad
describe nerviosas circunvoluciones
en un cerebro
proyectado en un cono de percusión.
Así, entre chispas y chispazos, partículas
desprendidas, golpeadas y deformadas
se creó una vaca:
una vaca anhelante de existencia,
sin tamaño, flotante en el fondo del océano.
«Ahora que tenemos una vaca
necesitamos un gorrión»
Durante siglos nada más se oyó
hasta que un día aparecieron los gorriones…
y con la misma
formación utilizada para vestir a Blancanieves
parsimoniosamente se encomendaron
a la construcción de la alegoría,
que de inmediato una comadreja ocultaría.
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