Gilda Di Crosta: «La justa luz, acaso mi deseo»

Osvaldo Aguirre recuerda a la poeta Gilda Di Crosta (Capitán Bermúdez, 1966 – Rosario, 13 de noviembre de 2019) y selecciona textos de sus tres libros de poesía publicados. Agregamos un enlace de una antología de poetas de Rosario en la que aparecen textos de Gilda.

A principios de los años 90, cuando la conocí, Gilda Di Crosta ya escribía poemas. En ese momento ella trabajaba en una escribanía y estudiaba Letras, en la Universidad Nacional de Rosario. La oficina y la carrera le insumían gran parte del tiempo, por lo que la escritura era una actividad íntima, secreta. No mostraba mucho sus poemas, se sentía insegura, pero el deseo y la necesidad de escribir eran muy fuertes. Los buenos poetas llegan sin apuro, decía Francisco Gandolfo, y ese fue el caso con Gilda. En 2006 empezó un taller con Arturo Carrera que fue decisivo para su afirmación en la poesía. Tres años después publicó su primer libro, Hueco reverso. Luego siguieron Umbra y otros poemas de marzo (2012), Casi boyitas (con dibujos de Daniel García, 2012) y Amarino (2017).
Entre 2009 y 2011 trabajamos juntos en el Festival de Poesía de Rosario. Como pocas personas, Gilda sabía organizar, conciliar lo que parecía irreconciliable, resolver imprevistos como si fueran parte de la programación. Cero narcisismo, cero individualismo, Gilda puso su creatividad al servicio de las acciones y las actividades con otros y eso la hizo más grande: fue coordinadora de talleres en la Asociación Médica de Rosario, integrante de un equipo de investigación en la facultad, profesora de literatura en el Instituto Politécnico, correctora, asistente y trabajadora todo terreno en editoriales. Y siguió escribiendo poesía. Y siempre mantuvo intacto su deseo de aprendizaje. Compilamos uno de los libros del festival –El habla de una experiencia, un título que ella pensó- y después compartimos otro proyecto editorial, una antología de la revista Setecientosmonos. Editar este libro implicó gestiones para su financiamiento, búsquedas en archivos, trabajo en conjunto con otras personas y escrituras diversas, y el rigor intelectual y el entusiasmo de Gilda fueron fundamentales.
Al margen de la corriente de la época —la poesía narrativa, la literatura del yo, etc.—, los poemas de Gilda apuestan a lo elusivo, a la concentración y a la extrema precisión. Sus textos impresionan como construcciones ajustadas, sin piezas accesorias. Amarino lleva un epígrafe de Samuel Johnson que reivindica con cierta ironía la escritura aforística, y en esa dirección parece avanzar su escritura, sobre todo en ese libro, en el que insiste una reflexión sobre los límites del lenguaje. Tal vez esa reflexión explique su interés por el dibujo, al que se dedicó en el último tiempo. Pero no implicó que hubiera desistido de escribir, ni mucho menos.
Gilda Di Crosta murió el 13 de noviembre, en Rosario. Tenía 52 años. El blog Horas robadas a la noche publicó hace tiempo sus respuestas a un cuestionario sobre el oficio de escribir. A la pregunta sobre qué libro le gustaría leer, contestó: “Un libro raro, algo exótico, que sea un fogonazo a la mente, que no me deje igual después de haberlo leído. Creo que, en realidad, es un libro que me gustaría escribir”. Ese libro extraño puede ser Amarino. Gilda no explicó el sentido del neologismo, que aparece apenas una vez en el libro, con lo que habilitó las interpretaciones de los lectores y de los críticos. Amarino puede ser una clave de lectura y de comprensión de su mundo, de su personalidad. Ese legado puntual, mínimo en apariencia, como tal vez ella lo hubiera descripto, es enorme por su carga emotiva y de sentido: la presencia de Gilda Di Crosta tenía ese efecto movilizador, como lo tiene su poesía, una iluminación que no nos deja igual, que imprime en nosotros la huella profunda de su inteligencia, su alegría, su sensibilidad.

 

Poemas

De Hueco reverso

Miro otros ojos
que me miran.
Pero de la mirada
veo el hueco reverso.

 

*

¿Soy en el roce
acaso la súplica?
La ausencia vuelve
del otoño entumecido
¿Soy en el azar
acaso el desaliento?

 

*

Silencio.
Hay seco oscilar
de la palabra
en lo dicho.
Humo informe
de lo no dicho.

 

*

Una lágrima revele
la justa luz, acaso
mi deseo.

 

De Umbra y otros poemas de marzo

los cuentos no hacen infancia
le prestaron dolor a las noches
le prestaron sus entrañas
y la inocencia de rendijas
perdida en las noches de mirar
los pasos-catástrofe
la envoltura de tanto ojear
las noches obstinadas
los tantos ojos-noches

 

*

noche de vasta pizarra
entierra el corazón
embarra la razón anegada

¿es sueño?
¿es signo?

noche desplegada
pisados de palabras

 

*

la noche se digiere lenta
en bocados que no pasa de los ahora-luego
de ir-después

 

*

leo la noche en voz alta más alta que el temor
de palabra inadecuada
recito la noche: dialectos, fantasmas

masa sepultada
masa oscura, abovedada

¿para qué los signos?
¿para qué la mañana?

 

De Amarino

A partir de los días que creí
que no iba a tener muchos días
vi la pasión de las palomas por atravesar ventanas,
con cabezazos contra el vidrio,
también las vi sentadas
deslizándose una y otra vez, sobre los cables,
una y otra, y otra vez,
abocadas a empollar cualquier recoveco.
¡Son obstinadas las palomas!

 

*

Le es insuficiente la lengua para contar,
arrima adjetivación de suma vehemencia,
el aire rellena de malabares
y de violencia de tonos
de mímicas
y de burlas,
pero siempre le es insuficiente.

 

*

Juntó dos piedras mínimas
las colocó en el centro de la palma
en el interior del mundo
-mano pequeñita-
Luego me invitó:
“sentí qué lindas son”.

 

*

dio la vuelta y volvió
se apareció
amarino

otra vez
casi un fantasma
de cualquiera
o una ocurrencia

lo abandoné
lo traté de usar
nuevamente
lo volví a abandonar

y ahí quedó
haciéndose el adjetivo

 

*

Somos los hijos
de don
en
zo
escapados
de los sueños
——————–comunistas
——————comunes
—————-mejores

Nacimos parias
de Mussorgsky
o proletarios de “La internacional”

reversados
pugliesianos
“en la lucha final”.

 

 

codigourbano1Más poemas de Gilda Di Crosta en la complilación Código urbano. Una muestra de la poesía rosarina (PoesíaArgentina, 2013). Para descarga libre, aquí: Epub / Pdf