La enfermedad de escribir
Manuel Troncoso nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, en 1986. Abogado, diputado provincial mandato cumplido (2019-2023) y actual Ministro de Gobierno, Trabajo y Educación de la Provincia. Desde su banca impulsó diversos proyectos culturales, entre los que se encuentra la ley del 11 de Junio «Día de la poesía entrerriana», en homenaje al natalicio de Juan L. Ortiz. Publicamos una entrevista y poemas de su libro más reciente, Preñar la noche (Buenos Aires, Mansalva, 2024).
Nota, entrevista y selección:
Fernando Márquez
Con un carácter antilírico, existencial, postapocalíptico, nihilista (con humor y crudeza), realista, etc., la poesía de Manuel Troncoso, afín a la poesía de los 90, no se toma distancia de sí ni desplaza la subjetividad en el objeto, o se autofigura con irónica teatralidad, no, establece un contrato directo con su verdad, se expresa y dice.
—Llegaste a la publicación en el mundo de la poesía con Liminal, con una poética definida. Eso ocurrió en 2021, tenías 35 años, ya en la joven madurez. ¿Cómo se dio el proceso de llegar a esta poesía? ¿Cómo fue la elección de esta poética? ¿Se trató de amor a primera vista?
— El proceso es interesante. Siempre leí poesía y empecé a escribirla en mi niñez, aproximadamente a los diez años. Lo hacía de manera espasmódica y digamos que en secreto. La escritura estaba bastante ligada a momentos de angustia por lo tanto terminaba siendo una práctica liberadora. En un momento dejé de escribir, no sé bien por qué, pero lo voy a dejar más para una charla de psicoanálisis. En pandemia empecé a estudiar poesía con Daniel Durand de manera virtual, a él le debo principalmente mi producción literaria. Ahí adquirí sistema, tanto para el estudio como para escribir. Nunca busqué publicar de manera deliberada, se fue dando por añadidura y él me alentó bastante para poder hacerlo.
En relación a tu pregunta, mi forma de escritura no responde a una elección en sí misma. Simplemente la poesía me nace de esa manera. Desde ya que la siento muy influenciada por la poesía argentina de los 90 y por el realismo norteamericano y español, pero no busqué escribir de determinada manera.
—Desde 2021 hasta el día de hoy (2025) publicaste 10 libros, entre ellos una novela. Es evidente el gusto que hay por la escritura, la emoción que conlleva. En general, los escritores suelen quejarse de la escritura. ¿Cuándo y cómo fue que sentiste ese placer por escribir?
— Siempre tuve placer por la escritura, incluso cuando escribía textos jurídicos. Pero hoy en día siento que no puedo seguir adelante con el resto de las cosas de mi vida, si no escribo cuando tengo la necesidad de hacerlo. Cuando el poema tiene que bajar, tengo que escribirlo donde sea. De hecho, uso el block de notas del teléfono muchas veces. Después lo voy puliendo en la computadora. Es casi una pulsión inexplicable. El otro día leía una entrevista a Amelie Nothomb, ella decía algo así como que escribía para hacer más llevadera la vida. Por su parte, Bukowski hablaba de la enfermedad de escribir. Creo que hay un poco de ambas.
—De los 10 libros, ¿hay algún sistema de clasificación? ¿Qué lugar ocupa cada uno?
— Todos ocupan un lugar y eso ya es toda una definición. Aunque siempre me va gustando más lo último que escribo, después paso de alguna manera a destruirlo. A veces veo un poema viejo y me pregunto con enojo cómo pude llegar a escribir eso. Pero nadie escapa de sus contradicciones. Si tengo que elegir uno, elijo el primero Liminal, creo que no está tan bien escrito pero tiene una intensidad y una honestidad enormes, además es el primero. Ahí empezó todo.
—Tu poesía tiene un tono pesimista: se expresan tensiones con la fe, el amor, el orden de las cosas. Por otro lado, te dedicás a la política, en el que predomina el discurso de la voluntad, y actualmente ejercés como Ministro de Gobierno de la provincia de Entre Ríos. ¿Qué le puede ofrecer la poesía a la política?
— La poesía tiene demasiado para ofrecer a la política y al político. Está en el último abrirle las puertas y escucharla (casi no sucede). Si el político permeabiliza el cuero, el aporte de la poesía puede ser vital, el problema es que casi en su totalidad, la dirigencia se va ataviando con armaduras y corazas. Es allí donde pierde el contacto con la gente, con las emociones, se nubla y empiezan las macanas. Esto sucede sobre todo cuando el político llega al poder.
La poesía tiene sensibilidad para aportar pero sobre todo rebeldía. El poeta no está conforme con el mundo, con el statu quo, algo lo perturba. No hay poeta que pueda abrazar el orden (o el desorden) de las cosas con felicidad. Por eso muchos se han suicidado, aunque sea un tabú. El poeta tiene algo para decir, ese qué decir es revolucionario, necesariamente. Y a mi manera de ver, en la política pasa algo parecido. No me metí en política porque estaba conforme con lo que sucedía en el mundo o en mi país. Había (y aún hay) algo que me dolía. El político debe transformar la realidad para ayudar a que las personas vivan mejor, más felices. Yo no haría política si estuviera todo bárbaro porque el desgaste es enorme. Me quedaría en mi casa, más tiempo con mi mujer y mis hijas, leyendo más, escribiendo más. Pero me duele el mundo y la herramienta para cambiarlo, al menos desde lo fáctico, es la política y desde la idea, la poesía.
—¿Por qué creés que actualmente la política y la poesía parecen estar distanciadas? Parece haber pocos casos en la actualidad en los que se cruzan la política y la poesía. Se me vienen a la mente sólo dos casos: Rafael Bielsa, que dejó la poesía por la política, y Edgardo Zotto, que dejó la política por la poesía. En tu caso, cohabitan en simultáneo.
— Hay muchos casos en la historia en los que el poeta se transformó en político. Por ejemplo Neruda, Watanabe, Yeats, fueron senadores en sus respectivos países. Mao fue poeta, José Martí, Leopoldo Lugones y vos mencionaste dos casos más en tu pregunta. No creo mucho en eso de dejar una cosa por la otra. Literalmente no me lo creo, digo, ahí pasó algo. No existe prácticamente el escritor profesional (recomiendo la obra de Edgardo Scott al respecto). Laiseca escribió Los Soria, que es una obra monumental, siendo empleado de una compañía laburando diez horas por día. Creo que en los casos que mencionás no habrán podido coexistir con ambas actividades. Edgardo Zotto se pelea con la política, he leído alguna declaración suya al respecto. Bielsa habrá dejado de inspirarse durante su ejercicio político y quizás dejó de escribir por eso. Pero no creo que dejás una cosa por la otra. En mi caso coexisten ambas. Pero si la política me obturase la escritura, la dejaría. La poesía es lo más importante. La poesía manda.
Poemas de Preñar la noche
Emil Cioran
A fuerza
de ser sincero,
ya no creo
ni en la sinceridad
Genius
I’m a prisioner
like a genius
within a lamp.
I only live
for my master
I can only
make dreams
come true.
The lamp is your desire
my master is your heart
A Simone de Beauvior
Mi hija
se está desarrollando,
sus pechos crecen,
así como su bello púbico.
Se supone que todo esto
no me debe afectar?
Dejará de ser mi pequeña,
la nena de papá
y poco me importa
lo que el feminismo
pueda decir al respecto
Campaña electoral
Dos políticos se pelean
pero el sol sigue ahí,
la luna también,
la tierra gira,
se traslada,
dos personas se besan,
los bebés lactan, los animales
siguen la cadena alimenticia,
los borrachos toman
y los que no lo son,
también,
las naciones siguen andando,
a veces peor
a veces mejor,
el clima es dueño
de sí mismo,
las religiones sobreviven,
los ríos suben, bajan,
el mar es fiel a su sal,
los hijos crecen,
los padres envejecen,
las parejas se arman
y se desarman, m un
la música es música,
evoluciona,
involuciona,
pero suena,
el verano subyuga,
el otoño interpela,
el invierno reina,
la primavera florece.
Dos políticos se pelean
y las redes sociales
se concentran,
en su océano de
tetas
culos
abdominales,
los trabajadores
trabajan,
con o sin horas extra,
los empresarios ganan
un poco más,
un poco menos,
pero siguen siendo
empresarios y ganando,
la alegría no se modifica,
tampoco el llanto,
siquiera la neutralidad,
la montaña nos mira
de arriba,
el llano de igual a igual,
la meseta se ameseta,
al desierto no lo conozco,
menos a la tundra,
los filósofos siguen
buscando una razón,
la ciencia una explicación,
los abogados dirimen,
los médicos curan,
los ingenieros se las ingenian,
los contadores la cuentan,
el FMI vende deuda,
la ONU no sé qué vende,
las guerras tienen vida propia,
los puchos se consumen
y los barcos navegan,
los aviones vuelan
los autos ruedan,
las multas se pagan
o se cajonean,
al igual que las cuentas,
los mosquitos se reproducen,
pican y mueren,
el amor sigue siendo
motor de vida,
el odio
sólo ausencia de amor,
los polos se derriten
junto a los helados,
las velas,
los peros,
las excusas,
los resultados,
las angustias
y las alegrías,
los incendios queman
pero en algún momento
se extinguen,
al igual que la lluvia
cuando inunda
y en algún momento para,
los árboles,
las plantas,
nos dan oxígeno,
la poesía sigue ahí,
y los poetas también,
la noche es noche
y el día es día,
indefectiblemente.
Dos políticos se pelean
y las esperanzas no varían,
tampoco la Fe,
Dios sigue tan estático
como siempre,
pero firme,
porque nadie supo probar
su inexistencia,
las universidades educan,
las escuelas se caen a pedazos
pero resisten,
los próceres vuelven a morir
pero viven en sus monumentos,
las revoluciones no se agotan,
menos la del 17 de Octubre,
los discursos tampoco,
la palabra aún pesa,
aún invita,
aún contagia,
como también el silencio,
como también los abrazos,
las caricias,
el sexo,
los virus,
las bacterias.
Dos políticos se pelean
y mis victorias persisten
así como mis derrotas,
empates tuve pocos,
mis hijas duermen,
sueñan,
yo ronco
y vivo de sus sueños,
mi mujer me ama,
yo la amo,
nos peleamos,
nos amigamos,
y ahí está,
como mi ex mujer
que transpira respeto,
o mis amigos
que resisten el tiempo,
las preguntas son preguntas
tengan o no respuesta,
las respuestas son respuestas
colmen o no al inquisidor,
los jueces juzgan,
los policías son policías,
el chorro es chorro,
más allá del medio
o el contexto,
la nafta siempre sube
como la inflación,
la historia
seguirá contando
lo incomprobable,
porque solo dos más dos
es cuatro,
es cuatro,
lo demás es objetable,
rebatible, maleable,
el alma humana
seguirá siendo
un lugar desconocido
infinito, atrapante,
necesario, inabarcable,
al igual que el universo,
nacemos,
vivimos
y morimos,
Entre Ríos seguirá rodeada
por ríos,
Argentina será siempre
el mejor país del mundo
y Francia segundo,
Cristo seguirá allí
clavado en la cruz,
seguro de sí mismo
y de su misión
pero con las dudas necesarias.
Dos políticos se pelean
………………..y a nadie ya le importa
Manuel Troncoso (Concepción del Uruguay, Entre Ríos, 1986)
Publicó:
Poesía
Preñar la noche (Buenos Aires, Mansalva, 2024)
Una dosis racional de fe (Paraná, Ana Editorial, 2024)
Taraxacum (Paraná, La Hendija Ediciones, 2023),
Multifruta (Paraná, Ediciones UADER, 2023)
Cetáceo volador (Paraná, La Hendija Ediciones, 2023)
Flor artificial (Buenos Aires, Mansalva, 2022)
Liminal (Buenos Aires, Mansalva, 2021)
Novela
En el barro (La Hendija Ediciones, 2023)