Compilada por Timo Berger y Carla Imbrogno, El fin de la afirmación es una de las buenas novedades de la primera mitad del año. Leandro Selén, uno de sus editores, de 27 Pulqui, comenta el proceso de elaboración de la obra, presentada en la Feria del Libro de Buenos Aires, en abril de 2016.
Por Leandro Selén
El fin de la afirmación surge de un taller de traducciones de novísima poesía alemana, coordinado por Carla Imbrogno y Timo Berger. El resultado de ese taller, las traducciones seleccionadas de los poemas propuestos, se exhibió en el FILBA de 2014, en una lectura realizada en el Goethe, con Imbrogno y Berger como anfitriones. En ese momento le propusieron a Gustavo López, de Ediciones Vox, plasmar todo eso en un libro, y Gustavo propuso a 27 Pulqui compartir esa tarea, algo que para un sello que recién comenzaba a dar sus primeros pasos, resultaba un empujón a la difusión del mismo. Como 27 Pulqui trabaja con la idea de darle un valor agregado lúdico a sus libros, comenzó un proceso de pensar qué se iba a hacer con El fin de la afirmación, para incluirlo dentro de esa estética. En ese proceso surge la idea de juntar al Goethe con La Salada, en cuyo taller de oficios se había vestido el libro de Mario Arteca, Piaza Navona. 27 Pulqui venía trabajando con los talleristas de la Textil Punta Mogote, y resultaba un verdadero salto sin red, aunque no por eso menos atractiva, la posibilidad de juntarlos en un mismo proyecto, con funcionarios del gobierno alemán y escritores también alemanes, provenientes de una realidad bien distinta a la de los cooperativistas de Ingeniero Budge, pero también a los obreros de la Gráfica Campichuelo. Porque 27 Pulqui es un sello que está dentro de una fundación que pertenece a una gráfica recuperada y convertida en cooperativa obrera, como es Campichuelo. Así, un trabajo que hubiera incluido un puñado de integrantes, pasó a ser un colectivo que juntó a escritores, traductores, editores, diseñadores, funcionarios, obreros de una cooperativa gráfica, talleristas una cooperativa textil, y tendió un puente entre Berlín, Buenos Aires, Campichuelo y La Salada.
Coordinar el funcionamiento de todos los actores para que el proceso se plasmara en la antología vestida con una remerita que remite a la de la selección alemana -los poetas elegidos son justo 11 como un equipo de fútibol- no fue tarea sencilla. Pero cada uno a su tiempo y con sus recursos, todos fueron dando siempre un paso hacia adelante hasta que las traducciones estuvieron listas, los poemas ubicados en las páginas, la tapa diseñada, la remerita también diseñada, confeccionada y estampada (no sin antes gestionar la elección y la compra de la tela), el libro ingresado a imprenta, encuadernado, y publicado.
Fueron varias las tareas, distintos los procesos, diferentes las miradas, pero un objetivo común, hacer El fin de la afirmación. Una vez publicado el libro, el poeta y traductor alemán Léonce Lupette, quien había leído en el Goethe durante la FIlLBA de 2014, fue con 27 Pulqui a Punta Mogote a llevarle un libro a cada uno de los talleristas, a agradecerles el trabajo aportado, y a leerles unos poemas. Lupette también fue a la Gráfica Campichuelo a leer poemas de la antología. Finalmente, el Instituto Goethe, La Salada y Campichuelo, con Vox y 27 Pulqui, confluyeron en una ṕresentación del libro en la Feria del Libro, donde cada uno pudo dar cuenta de sus sensaciones durante el proceso.
Max Czollek (Berlín, 1987)
Versión: Nicolás Cortegoso Vissio
Puente sobre el drina
durante un pase se ha
hecho otoño
en visegrad
las casas lucen
orificios de bala como pecas
campos de cruces curtidas
a la vera de las calles
recogé la siembra
quien ha quedado solo
envasa el recuerdo
en frascos al vacío sella
con cera y alambre
en los árboles las granadas
luminosos puños de niño
***
Katharin Schultens (Kirchen, Sieg, 1980)
Versión: Cynthia Erica Quirós
hidden liquidity
en principio esta mesa está abierta a infinitas posibilidades
y siempre se filtra por las grietas un fluido
cuando algo no está (o no del todo) sellado. quizás
se acumula sin querer hasta que se diluye
como soledad: su carácter es gotear.
en qué momento exacto comerciar se vuelve líquido. ¿tengo que comerciar
para ser líquida? ¿son ser líquida y el comercio
lo que me sostienen?: un detalle. es –por regla– solo un
detalle el que nos separa. suspenso ineludible:
decir que necesito algo. tengo que tener: es única mirada sobre mis
botas. curva. temblar. delirio. nuestro ojo tiene
que palpar cuero imaginario sobre lo que después fijamos
lo que deseamos. importante: nunca sepas el precio
si sabés el precio se pierde la tensión. vos también jugás.
vos también gastás. vos apostás como si en esa mesa.
(estoy sentada debajo: te alcanzo las pieles de conejo)
tampoco conocemos nuestro volumen. eso se determina
al final. en qué moneda, da lo mismo. mientras uno cuente
***
Léonce Lupette
Versión: Cynthia Quirós
Piel de invierno
Pan avejentado visitado
por hongos ahora es
suavidad de piel invernal grisazulina el
pan es
ningún pan es
pan aún, se des
hace sobre los
cartonasientos
de hombres que envejecen
***
Lidia Daher (Berlín, 1980)
Versión: Mario Caimi
Otra vez los días se van
haciendo más cortos
Así como el silencio, más largo, aunque no más bello.
Como si, poco a poco, algo se hubiera terminado.
Algo que no se le puede pedir al vecino.
Falta algo importante, y falta que uno se atreva a hacer ruido.
Incluso con otras palabras esto no sería una canción que
alguien cantara para ti y contra su propio silencio.
Qué se podría decir del polvo sobre los párpados
del despilfarro de la nada, de las costas de la luz
sobre los techos oscuros. Sentados debajo,
preguntamos a las tejas por sus junturas y las tormenta
y la quietud que viene después. Por lo que
está en el aire. Tenemos que aprender este asunto
de estar solos. Como se aprende del sol, o
la lluvia, cuando la luz se refracta en las gotas como
una esperanza, balas alas de los gallos de las veletas