Florencia Giusti

Siete poemas para leer sin orden fijo*

Inéditos

Ahora las cosas no se rompen, se eliminan

Rompo la foto que me sacaste aquella vez
en la que estábamos sentadas en canastita
en el tapial del pasillo.
Muchas veces tuvimos que dejar de hablar,
y levantarnos
porque algún vecino salía
o tu mamá
te hacia ir a comprar algo
y ahí cortábamos la conversación
y luego volvíamos a comenzarla.
Nunca recuerdo llorar tanto cuando me enteré
de tu traición.
Estaba encerrada en la pieza de casa
tratando de escribir algo
que quizás aun no sabía que era un poema
y recordé todas las mentiras juntas
até cabos,
hilos,
de a montones,
y entendí las dudas que tenía hacia un par de meses
quise hacerte una macumba
o alguna especie de conjuro para vengarme de vos.
Te dije todas las cosas horribles y feas
que ahora no le diría a ninguna mujer.
Sería lindo volver el tiempo atrás
y explicarte todas esas cosas
que en ese entonces para nosotras
no existían.
Ahora veo pibitas chiquitas,
como nosotras,
y ya me dicen que hay que respetarnos
que nos escuchemos
que no vale la pena pelearse así por cualquier cosa
y decirse cosas feas
como todas esas cosas que te dije ese día
y durante mucho tiempo más.
Estaba con eso del conjuro, ahí quedé.
Lo cierto es que hice un conjuro,
con todas las cosas que me regalaste
que significaban algo para nosotras
las puse en una caja envueltas en cinta de scotch
y salí a buscar un conteiner
ahí la tiré, junto con una carta muy larga
con cosas feas y malas
que nunca te pude decir.


Se me pasó la hora del almuerzo otra vez

El día ese que me invitaste a tu casa
y subimos al techo
no había celulares con tanta señal
pero aun así recitaste un par de poemas que no recordabas.
Al lado tu vecina estaba con unas amigas
preparando un ritual de bienvenida a la luna.

Yo las vi a esas chicas preparando todo, estaban con polleras largas,
collares de colores
subían comidas y bebidas.
A nosotros nos esperaban en una fiesta
pero igualmente tu vecina me invitó a cruzar de techo
si lo hubiera hecho quizás
no hubiese escrito este poema
pero lo importante hubiera sido
darme cuenta que estar ahí no estaba bien.
Por un momento
quise ir,
pero algo me lo impedía
nunca me diste la opción de cruzar.
Después las cosas se pusieron mucho peor de lo que hubiese imaginado

a pesar de que estábamos en luna llena
y jugábamos a ser escritores
influencers del 2000.


[Hacía frío y llovía]

Hacía frío y llovía
te conté la historia de amor de un chico
y una chica que recorrieron toda Europa
la foto me pareció romántica
te conté todo eso
después de ir a una feria de libros
y caminamos
bastante
y yo sabía el camino
vos no
porque no eras de la ciudad.
Yo me hacía la que tampoco
haciendo de cuenta que miraba todo por primera vez

que cruzaba Avenida Belgrano
y me asustaba por tantos autos
entonces nos refugiamos
abajo de un techo bastante cómodo
te conté de libros
y vos me escuchaste
pero aun así nunca nos hicimos amigas
y ese día me esforcé fuertemente
para que sucediera
y corresponderte
pero simplemente no sucedió
a pesar de que nos megusteamos las cosas
y nos encontramos a veces
y estamos juntas
y tengo buena onda con tu novio
que me parece más simpático que vos
entonces pienso:
¿por qué esta chica no es mi amiga?
Si somos tan buenas las dos
y pensamos casi parecido.
La amistad entre amigas
es como todo lo demás
la gente se encuentra o no
y está bien.

Me di cuenta que ese día estabas sola
y sentí que me necesitabas
porque no conocías a nadie
hacia frio y llovía
quise hacerte un regalo de anfitriona
—torpe—
la improvisación me ganó de mano.
Aún así,
yo sé que estamos la una para la otra.


Es invierno ya en las fotos de las chicas que tengo en instagram

algunas son ilustradoras,
otras poetas,
otras no sé.
Están sonrientes frente a playas o parque
hay viento
y tienen pequeños sweaters abrochados un poco.
Posan con sus perros junto a sus novias, novios, amigas o hermanos.
Desde un atardecer
en medio algunas montañas.
algunas otras junto a sus libros
cafés recién hechos,
y apuntes del segundo semestre.
Parece que está llegando el invierno en las fotos de las chicas que tengo en instagram
con el pelo suelto
usan remeras mangas largas
con encima vestidos brillantes.
Algunas deben instagramear mis fotos de primavera
envueltas en bufandas,
abajo de sus cobijas
de lana mullida
despiertan a la madrugada con ganas de tomarse un ice cream,
miran desde su ventana la nevada con chocolate caliente,
la noche de navidad tienen el instagram abierto para
contarle cosas lindas al mundo
ponen stickers temporales
y #merrychristmas.
Las chicas en instagram suben fotos de sus novias
recién salidas de la ducha
con batas blancas
encima de su pelo
un toallón enrollado color rojo
fotos de batidos y pajitas de dos colores.


María yendo al primer cumpleaños del curso
con un jardinero amarillo y blanco y dos mechones colgados en su frente

Ahora te veo bailar con tu amigo en un recital de Babasónicos
sos una profesional universitaria
y te sigue gustando Harry Potter.
Cuando te dije que quería ser escritora
me dijiste qué hermoso,
no qué lindo
ni qué bueno
qué hermoso.
Te perdono por haber besado a quien yo quería
ahora te veo bailar con tu amigo que capaz es tu novio.
El día que nos enteramos que nuestra banda favorita era abusadora de menores
hicimos un chat grupal y te etiqueté en la noticia
No me olvido del día que pasaste al camarín
y pienso
qué suerte tuvimos.
Sos una joven profesional universitaria
y pudiste terminar tu carrera
te estás enamorando de ese chico
bailan sobre la manta de colores,
están descalzos
y bailás al compás de la música.
Qué suerte que cambiaste el look y ya no te pones esos pantalones rolingas horribles que acostumbrábamos,
ya tiramos todas esas remeras negras de bandas de rock
que nunca hablaban para nosotras.


[¿Vamos a dar una vuelta por el parque?]

¿Vamos a dar una vuelta por el parque?

Me gustaría escribir reseñas
de mil libros

libros nuevos
libros viejos

¿quién me invita a escribir un libro de solo reseñas?

¿eso da trabajo?

díganme

¿da plata?



solo puedo dar unas vueltas a la plaza
con una bicicleta

rodado 26

a veces con alguna dificultad

otras sin ninguna

ir a bares
y hacerme la que escribo

pero todo el mundo lo sabe,
las mejores ideas se escriben en las casas

después de coger

durmiendo más de 9 horas.

Los domingos
—los sábados mucho más—

cuando mi vecina pone la música al palo,
sale en corpiño,
a veces en tetas

se escriben los mejores

poemas/ reseñas


Los sábados a la tarde
con el olor de las aceitunas
del plato de pizza de ayer

los corchos, el cenicero

las migas

correr todo eso
inmediatamente

y escribir
en muchos cuadernos
al mismo tiempo
muchas ideas

muchos problemas en los poemas

pero se olvidan los reales
hay que descongelar la heladera
hay que comprar queso
hay que pagar el alquiler
hay que barrer

se me ocurren miles de reseñas espectaculares.


[Entonces atravesar el río de noche]

Entonces atravesar el río de noche,
en una lancha taxi

—es la última,
se hizo tarde en la rambla—


¿y si no viene?


Mi papá
se fue de cacería con un amigo
a buscar metales

¿encontrará monedas?

¿alicates?
¿qué tipos de chapas?

En la expedición compraron
algo para tomar
y se sentaron al borde del guardabarros
del auto.

En el descampado

sacaron del baúl
envuelto en una lona
el detector de metales

y se turnaron en la búsqueda de los objetos.

Cuando el aparato titila
mi papá examina
el hallazgo con su linterna recargable.

Gira el objeto
para un lado

y para el otro

mira el horizonte
—negrísimo—

y huele los pastos quemados
pero también,
la hierba cortada
hecha una pequeña montaña
a un lado de la explanada.

Después de rastrear la zona
la búsqueda de los metales se vuelve una excusa
Para sacar los
sándwichs

las latas de cerveza y
el jamón crudo.


¿para qué escribir poemas
perfectos?

Si uno puede acostumbrarse a la penumbra
a la soledad
mientras se divierte con
los cobres
las cosas que perdieron otros
las formas de lo que pudo haber sido?

un hallazgo es significativo
para un hombre con la edad de papá

atravesando los descampados
de la ruta y el parque industrial.

No agarra el volante

—porque no maneja hace mucho tiempo—

La ansiedad de encontrar en las cosas
la solución
a la lista de sus problemas sin alcance

Pero claro que lo es,
al menos hoy para mí.

Porque mientras cruzo el rio
en una lancha
que también no sabría cómo manejar
—nunca sabré manejar una lancha—

pienso en papá

(qué bueno, por fin)


* Nota de la autora.

1) Estos poemas fueron escritos entre el 2017 y 2019. Lxs lectorxs pueden leerlos sin un orden establecido ya que corresponden a series diferentes.
2) A los 12 años descubrí el único libro de poemas en mi casa, Antología del Amor, de Julia Priluzky, una poeta ucraniana que Alberto Migré hizo conocida a través de su novela Pablo en nuestra piel. El libro era de mamá y mi abuela se lo había regalado. La novela contaba el romance secreto entre un profesor de literatura y su alumna, él le leía poemas a ella, entre esos poemas, estaban los de Julia: “Como decir de pronto: tómame entre las manos, / no me dejes caer. Te necesito: acepta este milagro”. Tomé el libro prestado para siempre, sigo leyendo los poemas de Priluzky para no olvidar algo de esa primera lectura infantil, para tratar de recordar lo que me pasó cuando la leí, todo lo que conecta a las mujeres de mi familia, a Priluzky, a la poética de Migré, el romance, las telenovelas….



Florencia Giusti (Rosario, 1989)

Escribe, estudia y enseña. Desde el 2018 es coordinadora de un taller de poesía en la Unidad Penitenciaria N° 5 de Mujeres de Rosario. Es editora de la editorial de fanzines Mentazines que experimenta con los soportes de edición, la impresión risográfica entre otros materiales. En diciembre 2019 obtuvo la beca formación del Fondo Nacional de las Artes para la finalización de una novela autobiográfica.

Poesía
Anillos de Saturno, Santa Fe, Corteza ediciones, 2018
Estuche, autopublicación, 2017
DIY,  autopublicación, 2017

Links
Sitio. Mentazines
Videos. Lectura en Leyendo Poesía en Casa / FIPR 2013