Adentro y afuera (inéditos, 2015)
Debajo de los sauces
Estoy
debajo de los sauces
a la sombra de los sauces
estoy.
Miro el cielo a través de las ramas,
azul límpido y mínimas nubes.
Respiro
y el aire llena mis pulmones
de oxígeno puro.
Me concentro en el tronco,
en la rugosidad de la madera,
en las nubes que pasan,
en el sonido del río que corre.
Sólo miro estas cosas
y sé que es suficiente.
Sin embargo hay algo
que no funciona bien.
Una mirada estática
sobre el paisaje.
Pienso entonces en los hombres
en todos los hombres
que alguna vez se detuvieron
a mirar las cosas.
Y no hicieron nada más,
salvo describir minuciosamente
cada objeto,
olvidándose de vivir
para escribir poemas.
Variaciones sobre un tema de Viel
Los sauces están quietos.
La luz se filtra apenas entre sus hojas.
Estoy sentado bajo su sombra.
El mundo parece detenido.
Sin embargo es sólo una ilusión:
El movimiento es imperceptible.
Un jilguero vuela en círculos
sobre uno de los sauces
hasta pararse en una de las ramas.
Un niño corre hasta la orilla del río.
Pasan dos mujeres conversando animadas.
Pasa un hombre con una pala al hombro.
Y de pronto las ramas de los olmos
empiezan a moverse
según una vieja melodía.
Los juncos se balancean
y parecen a punto de quebrarse.
Basta un poco de fe
para mover el mundo.
Otoño
Los árboles dejan caer sus hojas
retoños de una estación perdida.
Hay demasiada niebla todavía.
¿Sentiste alguna vez
que hacía falta romperse
en mil pedazos para decir
la palabra yo?
Hay una mañana que se abisma.
El sol sube al centro exacto
del cielo y los rayos
caen perpendiculares
sobre la tierra.
Tanta luz me enceguece,
me deja solo con mi sombra.
¿Sentiste tu cuerpo
como una balsa
moviéndose en el río
estancado de la mente?
Una bandada de golondrinas
atraviesa el cielo. Cada una
pendiente de la otra, cada
una apoyándose en la otra,
hasta que todo el conjunto
se vuelve un solo pájaro
volando el vuelo de todos.
Mi mano escribe estos versos
¿pero es mi mano?
¿soy yo el que escribe?
Va cayendo la tarde
y todavía no tengo
ninguna certeza
salvo esta luz impiadosa
que cae sobre las cosas.
Hay un sauce en la costa
que aún permanece verde.
He vuelto a casa.
La mesa de trabajo
está en penumbras.
Insistentemente miro
la luz de una vela
y el movimiento de la llama
sólo es un ejemplo.
(El viento barre las últimas hojas)
Hay que dar gracias
Hay que dar gracias:
el cuerpo anda
el cuerpo camina
el cuerpo se mueve solo.
No hay otra libertad
sino el cuerpo.
No hay otra verdad
sino el cuerpo.
Sé que me muevo
porque mi cuerpo se mueve.
No estoy muerto
no estoy dormido
no hay forma de quedarse inmóvil.
Creo en mi cuerpo.
Mi cuerpo no me abandona.
Hay que dar gracias:
tus manos se mueven
tus piernas se mueven
el mundo se mueve.
Soy
Soy mi cara en el espejo
mi cara detrás del espejo
soy lo que no se ve a simple vista
soy tus ojos en los que me miro
soy la palabra de un dios agonizante
soy un animal que apenas aprendió a caminar
soy otro lugar al que todavía no llego
soy el grito callado de la muerte,
el que muerde las lentas letanías del letargo,
el agua deslizándose por las grietas
de la tierra trémula.
Soy la sombra silenciosa
de una calle oscura,
el que se encuentra
después de un largo viaje.
Soy el que duda
más allá de los límites del cuerpo.
Soy mis manos y mis piernas.
Soy el que se afirma donde no estoy.
Soy el que mira el horizonte
que se corre cada vez más lejos.
Soy cerca y soy lejos
Soy el otro que fui una vez
y el que seré si soy
Soy todo lo que no puedo dejar de ser
Soy el margen de mí mismo
soy
soy
soy afuera
y soy adentro.
* Nota del autor.
Los poemas publicados pertenecen a un libro en preparación que se llama Adentro y afuera. El origen del libro responde a una crisis existencial muy grande que padecí hace algunos años. Me encontraba solo frente a un espacio que me excedía, como si dijéramos que no encontraba diferencia entre una casa, una planta, un objeto , un ser humano; y yo. Lo de afuera pasaba a ser lo de adentro y viceversa. De ahí el título del libro. Pero, en este caso, no se trataba de una unión panteísta como la de mi maestro, Juan L. Ortiz, sino de una disolución de la personalidad. Quiero decir que en realidad no me fundía con lo de afuera, sino que me desintegraba. Había, entonces, un desgarramiento. Los poemas dan cuenta de ese estado aunque no de un modo explícito, sino a través de la yuxtaposición de imágenes; pero también hay un yo poético que se une por momentos con el mundo exterior e intenta recuperar el estado contemplativo y el encanto más allá de la grieta. Digamos que los poemas que estoy escribiendo ahora y que completarán el libro responden a ese estado. Después me di cuenta que, en realidad, esa oscilación entre lo que está adentro del yo y lo que está afuera, atraviesa todo lo que he escrito, como tan bien lo advirtiera en una carta que me envió a propósito de mi primer libro “El margen de la aldea”, mi otro maestro: Leónidas Lamborghini: “Es mérito de un poeta como usted, aunar mundo exterior con interioridad de manera que eso parezca una unidad inescindible y crear desde el primer verso una atmósfera que asegure esa magia”. El texto completo de la carta (que conservo como una reliquia), escaneada y subida a uno de los sitios donde están publicadas algunas de mis cosas, puede leerse aquí.
Marcelo Leites (Concordia, 1963)
Poeta y crítico literario. Coordina Talleres de lectoescritura en su ciudad natal desde 1992 y fue jurado de diversos concursos literarios. Integró el consejo Editorial de la página web Autores de Concordia, formó parte de la revista digital y sitio web PoesíaArgentina y actualmente integra el staff del sitio op.cit. Desde 2008 administra su blog La Biblioteca de Marcelo Leites, una de las muestras más actualizadas de la poesía contemporánea y universal. Fue Actor y director de teatro estudiantil y vocacional de numerosas obras de teatro.
Poesía
Resonancia de las cosas, Buenos Aires, Ediciones en danza, 2009
Tanque australiano, Buenos Aires, Gog y Magog, 2007
Ruido de Fondo, Asunción, Trópico sur, Paraguay, 2001
El Margen de la aldea, Concordia, Ed. Ríos de los Pájaros, 1992
En antologías
Poesía de pensamiento. Una antología de poesía argentina, Ediciones, Madrid, Endymion, 2015
Rutas. Un recorrido por los diversos senderos poéticos del país (Selección de Gito Minore), Buenos Aires, Punto de encuentro, 2015
Ensayo
Cuatro poetas entrerrianos, Paraná, Eduner, 2004
AA.VV., La música de la poesía, Buenos Aires, Del Dock, , 2012
AA.VV., Percepción de la música, Asunción, 2005
Links
Blog del autor. En La Biblioteca de Marcelo Leites
Biografía y publicaciones. En Autores de Concordia
Entrevista. En 1 Poeta y 10 Preguntas
Video. Lectura en la Biblioteca de San Isidro, 2014