En 2018 la editorial cordobesa Viento de Fondo publicó simultáneamente Rembrandt / Beatriz, de María Teresa Andruetto; El viajero, de Susana Cabuchi, y Elegía para E., de Estela Smania. De los tres presentamos una selección de poemas.
Viento de Fondo pone a disposición en su página web la versión digital de sus libros (ver aquí), que pueden descargarse libremente. De la misma manera se puede acceder a los discos y otros materiales audiovisuales que el sello dirigido por Gastón Sironi ha publicado.
María Teresa Andruetto
Rembrandt / Beatriz
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De Rembrandt
4
No es la pieza oscura donde pinta,
ni la pobreza que trajo la desnuda forma,
ni la luz que cae sobre la gorra,
ni el pelo desprolijo, ni la barba,
tampoco el cuerpo vencido,
ni el olor rancio del encierro.
Son los ojos que no encuentran
a Saskia, a Hendrickje, al bienamado Tito;
los ojos que se han vuelto
hacia un lugar de nada,
hacia el vacío.
De Beatriz
IX
Con un poco de fe, una se va sola
(preparo la huida y no sé
Hacia dónde).
Algo nos distrae:
Hablamos
…………….(¿o soy yo la que habla?)
de los bambúes al fondo de su casa
(ésta no es su casa)
de ese rincón del Ubajay
donde atardece como en este lugar
esta mañana.
Levantamos los vasos:
……………una ceremonia
de olvido.
Anudo
mi palabra a la suya, como un collar
de arena. Escribe, digo.
Escribo.
Todavía.
Hablamos de su gata como un duende,
y de Violeta…
(está sentada frente al plato
de comida)
yo le llevé jazmines
yendo iba
…………..descalza yendo iba
………….pies de arenal cruzando
desvaídos lilas iba.
Íbamos
pero la vida ha pasado
(aguantaderos
del vivir)
y dónde estás.
Susana Cabuchi
El viajero
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1
Detrás de las cortinas,
la luna.
Silban
dos pájaros nocturnos
y el silencio.
Han llamado a la puerta.
Dijeron:
tiene los ojos tristes,
se nota
que no ha comido
en días,
su ropa está manchada.
Trae el olor del jume,
dice la madre,
el olor de mi pueblo
cuando soplaban los vientos del sur.
Puede quedarse.
3
Un día
las isocas
atacaron el trigo.
Los hombres,
bajo la sombra del aguaribay,
miraban a la abuela
esperando el milagro.
Ella, que nunca salía de casa,
cruzó en silencio el patio.
Tratamos de seguirla
pero el viajero
nos retuvo suavemente del brazo.
La vimos, a lo lejos,
rodeada por la tarde
convocando magia.
Volvió de noche,
con esa gravedad de los domingos.
A la mañana
habían desaparecido las temibles isocas
y navegaban sobre un aire dorado
miles de mariposas
amarillas y blancas.
Estela Smania
Elegía para E.
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Despierta afiebrado
y me cubre
con los brazos en cruz.
En la madrugada ambigua
todo es silencio
sus puños
se estrellan en la nada.
Los monstruos huyen.
Estás a salvo
…………………dice.
Le aseguro que los ha puesto en fuga
y llora
como quien ha temido por su vida
dispuesto
a darla por la mía.
No sabe
de otras muertes
que inventa la tristeza.
*
Primero fue la desmemoria
después
vino la muerte
(no puedo
descifrar su última palabra
pero sé que me nombra).
En la noche de agosto
el viento puntual de Santa Rosa.
Era ésta
la soledad verdadera
la que no cesa
ni entre la mucha gente.
Selección de textos: Valeria Cervero.
Links
- Más textos y datos de María Teresa Andrueto en op.cit.: «Cleofé» / «Poeplas 2…»
- Más textos y datos de Susana Cabuchi en op.cit.: «Patio solo»