Rosina Lozeco. El brillo de mi descendencia

El brillo de mi descendencia, de Rosina Lozeco, La Plata, Club Hem, 2018

Los pájaros

En el terreno de al lado,
los albañiles construyen
con todo empeño un nido ajeno.
Cuando terminen
y los dueños vengan a vivir
entablaremos conversaciones
sobre el clima o los pájaros
que la gente descubre
en ramas y alambres
a poco tiempo de llegar.
Gringos cavando

Las uñas negras resaltan
en lo plateado del remo,
los canales y lagunas
más allá de la costa
se dibujan y desdibujan
al ritmo de la crecida.
Bordeamos un albardón
hasta encontrar el tramo menos espeso,
cruzamos con el bote
remando con fuerza,
haciendo a un lado
las ramas con los brazos.
Llegamos al Leyes y otra vez mi papá
me habla sobre los gringos
haciendo este arroyo a pala
sin saber la magnitud
que podría alcanzar algún día.
Nos quedamos bien sobre la orilla,
los chicos pasan rápido
en sus lanchas con conservadoras llenas,
los viejos sentados en la barranca
controlan la línea.

Unir la Setúbal con el Paraná
una tarea ambiciosa.

Subimos los remos y saco las patas
una a cada lado del kayak,
siento la fuerza
de los gringos cavando
en la corriente que nos arrastra.

 

Semblante de azúcar

en los cachetes,
de protector solar embadurnado
su pequeño cuerpo,
bastones flota flota menguando
el desasosiego
de la madre que en el borde lee.

 

Descendencia

Mi abuela me traía a esta plaza
en su bici amarilla,
ponía un almohadón
en el portaequipajes, yo me sentaba
abrazada a su cintura
y me soltaba
el pelo en el viento.
Cruzábamos la pasarela
y en el medio me paraba
cerquita de la baranda
para ver pasar a los autos.

Ahora compro
media docena de churros;
con los dedos llenos de azúcar
y los ojos alegres
te subís otra vez al tobogán
que tiene mis huellas marcadas.

La alegría está en el brillo de mi descendencia.

 


Links