Tenemos un dios. Poemas de la Residencia Juvenil de Coronda

Coordinación y selección: Ariel Aguirre

Tenemos un dios.
Poemas de la Residencia Juvenil de Coronda
AA.VV
Rosario
Editorial Municipal de Rosario
2019

La presente selección corresponde a los poemas originados en el taller de poesía que funciona desde principios de 2019 en el Establecimiento Socioeducativo Semiabierto de Coronda (Santa Fe), donde se albergan menores entre los 16 y 18 años infractores a leyes penales. Según lo señala su coordinador, el escritor Ariel Aguirre: «a partir de lecturas, charlas, videos y películas se intentó potenciar la búsqueda personal mediante la escritura de experiencias propias, recuerdos e ideas». Aplicado este punto de partida, los chicos comenzaron a escribir sus propios textos, los que fueron leídos y discutidos semanalmente durante la experiencia grupal. El taller de poesía integra un programa anual impulsado por el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe desde la Secretaría de Desarrollos Culturales, en el marco del Festival Internacional de Poesía de Rosario, donde se presentó la publicación. El volumen forma parte de la colección p|o|e|s|í|a de la Editorial Municipal de Rosario. Se agregan imágenes de tapas y textos de los volúmenes anteriores, en los que también participan personas privadas o limitadas en su libertad de la provincia de Santa Fe.


Agustín A.

A dos semanas de mis dieciocho

Estoy un poco nervioso
no sé qué hacer pero sigo
pidiéndole a Dios porque es
el único que ayuda.
Van a ser dos años que estoy preso
por un error, he sufrido
mucho en mi infancia
y eso todavía me cuesta
olvidar, pero no me tiro abajo
tengo mi familia
me banca y eso ayuda
a olvidar esos malos
pensamientos que me quieren
derrotar pero yo sigo
expresando mis sentimientos
trato de mejorar
mi forma de hablar.


Lautaro B.

Ya fue, yo no hago más:
voy a apoyar el pucho prendido
sobre la mesa hasta que
se queme todo el liquid.

*

Yo llorando en la esquina
tomando vino y no tenemos plata
para el fiambre y mis sobrinos
que lloran por el hambre
y no pasa nada esos cinco
minutos yo robaba para mis vicios
y no pensaba, de caravana
y mi hermana que lloraba
porque no había para comer
no había comida para sus hijos
y ahora me pongo a pensar
yo por mis sobrinos me pongo
a trabajar, por eso pienso
porque mi mamá se mata
para que no les falte nada.


Danilo M.

Yo para hacer mi plata cuidaba autos
y la gente me pagaba. Así era como tenía
mi plata y cuidaba la zona del parque,
y en la avenida, mi bronca. Me empecé
a juntar con la junta y me drogaba.
Anduvimos robando y a los tiros
con la bronca, me peleé con mi familia
me quedé en la calle. Yo tenía
un amigo de confianza, yo
lo tenía a él como un hermano.
Pero un día me hizo una camita.
El amigo me traicionó
y a mí me dieron dos tiros
en la panza, así fue que quedé
internado, inconsciente
me daban por muerto
los doctores.
Resucité
y después andaba
en silla de ruedas.
Un día vino una señora
de la iglesia a visitarme
al hospital,
yo no podía creer
que había zafado.
La señora me oró
con un ángel:
yo quería mi plata
y mi droga.


Milton L.

Es típico decir estoy yendo
y ni siquiera haber salido.

*

Tus pies nunca te llevarán
donde tu mente haya estado.

*

Cuando te veo
siempre me digo
cómo hace
para estar más hermosa
pienso y me digo
por qué el destino
nos tuvo que separar,
pero hoy digo
mi misión es estar con vos
siempre con vos.

*

No es lunes
no es martes
es ella que dejó
de amarte.
No es tele
no es listo
es ella
clavándote el visto.
No es trigo
no es maíz
es ella en los brazos
de tu amigo.
No es araña
no es limonada
sos vos
que ya no le importás nada


Laureano R.

Pasándola piola

Estoy encerrado en una Residencia
no me preocupo, me sirvió de experiencia
solamente espero con paciencia
porque no me dieron mucho tiempo
solo es un proceso, estoy satisfecho
por estos meses que comprendí
que la droga no es para mí
si a mí nunca me faltó la comida
en la mesa, le doy gracias
a los tíos porque ellos me hablaron y guiaron
por un buen camino, si Dios eligió este destino
se lo agradezco por traerme al paraíso
y no llevarme al cementerio.


¡Feliz Navidad, Miguelito!

Vino un chico nuevo, el 20 de diciembre
hablamos un rato, le dije si se quería fugar conmigo:
íbamos a pasar las fiestas acá
y nada que ver. El pibe dijo que sí, de una
al toque, vamos, vamos para mi casa.
Fuimos, buscamos la poca ropa y ahí agarramos
y empezamos a correr por el campo de enfrente.
Hacía calor ese día, yo llevaba un pantalón corto
abajo del jean, me lo saqué cuando llegamos a la vía.
El plan era vender la ropa, conseguir plata para ir
a Santa Fe. Llegamos a la casa de un transa, nosotros
no sabíamos. Pilchas acá no, nos dijo. Empezamos
a caminar y al rato escuchamos que nos silban
y era el loco, ahí nos llamó y nos volvimos.
Le vendí una campera y una camiseta de River
y ahí Miguelito le preguntó si no conocía a alguien
que nos saque, el loco dijo que caminemos unas cuadras
y ahí nos buscaba un auto, el loco nos seguía de atrás
pensé que era una camita, que nos iba a robar.
Llegamos al auto y encontramos al loco, lo conocíamos
una vez había venido a la Residencia a querer jugar
al fútbol, pero no lo autorizaron. Nos dijo que nos agachemos
para que no nos cace la gorra. Era un 147. Arrancó y nos dejó
en Sauce Viejo. Miguelito tenía la tía enfrente de la fábrica
de dulce de leche. Le pidió la Sube y ahí llegamos
a Blas Parera, esperamos un rato, fumamos un par de puchos.
Ahí llegó el 14 y nos fuimos a Pompeya, a la casa de él.
Compramos unos fernanditos y cigarros
la mamá nos dijo que si nos portábamos bien nos dejaba
quedarnos, si no hacíamos macanas. Fuimos del transa
a comprar pastillas. Pasamos un par de días ahí, con la Gris
y la Ita, las hermanas. Pasamos la Navidad fuimos a una joda
empecé a bailar con una piba pero estaban los amigos
del novio y empezó la bronca. Miguelito me sacó
y me llevó a la casa, él quería salir pero yo no daba más,
así que se fue solo Miguelito, yo me quedé hablando
con la Gris y re chupado le di un beso
y después que pun que pan. Nos levantamos
y me dijo que el hermano, Miguelito, se la había mandado,
cayó preso y después la Gris me dio la plata para el pasaje.
Caí solo al juzgado y me mandaron a menores
y después de vuelta para acá.
No supe más nada de Miguelito.

(Poema transcripto)


Más poemas de la colección p|o|e|s|í|a de la Editorial Municipal de Rosario


De vacaciones en Canadá. Poemas del Pabellón Juvenil de Las Flores (2019)

Cómo se hace una mesa

Primero desarmás el palet
lo vas barreteando de a poco
hasta que sale la primera madera,
las otras salen fácil.
Después tenés que sacar los clavos,
si, sin querer, te queda un clavo adentro,
te puede romper la lija.
Hay que lijar bien,
dejar la madera suavecita
como si fueras a poner
la cara arriba
para dormir de noche.
Como una almohada, bah.
o como la funda.
Después tenés que marcar
tres palets de los gruesos a 70
y dos de 50
cruzados en las puntas.
Las cuatro patas son a 40.
En tres clases de 2 a 5
ya está la mesita.
Diez horas en total.
Todo bien.
La tenés que cuadrar bien
porque si no la base queda torcida
y todo lo que hagas ahí arriba
te va a salir mal.
Por ejemplo: pensar.

Jesús Sandoval


De Las leonas. Poemas de la U5 (2018)

Sentada en el patio
tomo mates mientras escucho los pájaros
son muchos de ellos
con diferentes cantos, la mente
escapa se va afuera ya
la libertad está cerca, sonrío
y me digo ya está
lo peor ya pasó
es lo último que falta.

Rocío Tejeira


De El Piripipí. Poemas del Centro Puertas Abiertas Alvear (2018)

La culpa de la columna

Yo no me visto yo
me viste mi hermana.Una vez le dije que me vaya a comprar ropa
y ella no quería ir
hasta que se la volé tanto pero tanto
que me dijo que iba a ir
pero que no me haga el boludo
que tenía que acompañarla.

Y arrancamos nomás
estábamos yendo a la tienda
caminando
y ahí se aparece una piba
que me gustaba.

Era del barrio.

Yo me quise hacer el galán
dejá, miré mi celular para hacer de cuenta
que no la veía.
Ella venía de frente
a dos o tres metros…

Esa columna tuvo la culpa
que se me cruzó adelante.

Mauricio Porciel


De Vaca rallada. Poemas de la U3 (2018)

Vaca rallada

Es común acá pedir una vaca rallada
o pedir cualquier cosa: un poco
de polenta, un chorrito de aceite
sal… (y todas esas cosas
pueden viajar en paloma).
La vaca rallada vive en la burra
la burra está adentro del rancho
en el rancho se guarda el bagayo
en el bagayo a veces hay marroco.
La vaca rallada, el complemento del marroco.
La vaca rallada inframuros
pasa por varias manos desde su nacimiento:
del distribuidor al comerciante, del

comerciante
al cliente, la toca la requisa…
y si llega, llega rallada de rayas blancas
que se pueden pintar de diferentes colores:
verde mate cocido
marrón té
marrón
café.

Daniel Giménez


De Y el humo les va a llegar. Poemas del IRAR (2018)

Una noche fresca tomando mate en la playa
con el Agu miramos la luna y aparece
por la arena un cangrejo caminando para atrás
vemos ese camalote verde por el agua
un día martes el amor florece
curtiendo mi viserita disfrutando la visual.

Agustín Aragón, Juan José Flores


De Que tu mente sea tu piloto. Poemas de la U5 (2018)

Me gusta ver el horizonte
cuando viajo en mi moto
sentir el viento en mi cara
ver el cielo lleno de estrellas
y viajar a la luz de la luna
sentarme a orillas de una laguna
y escuchar el canto de los grillos
soñar despierta e imaginar
momentos felices de la vida
me gusta el canto de mi canario
y el rugir del motor de mi moto.

Beatriz Orrego


De Muertas vivas. Poemas desde el Penal N°5 (2016)

Querida Gabriela

A Gabriela Bejerman, después de la lectura de Heroína. Correspondencia con autores / Dispositivo Tráfico de libros.

Acabamos de leer un cuento de los tuyos, fuerte por cierto. Puro fuego, como la cupé. Le hicimos una canción a la nena: “vamos de paseo / en un auto fuego”. Estamos acá en la Unidad 5, Centro de Recuperación de la Mujer (ponele).

Nos gustaría leer más cuentos y poemas “fuertes” tuyos, ya que están muy buenos. Con la condición de que nosotras también te enviaremos historias nuestras. Besos, abrazos y latigazos!

Lucía Alcaraz / Rosana Esquivel


Selección de textos: José Villa, sobre material aportado por Bernardo Orge, coordinador general del proyecto.