uno
Somos los niños del polo. Nos han parido con frío
y nos cuidan con celo. Somos pequeños pumas.
*
Me cría una chilena que tiene los ojos blancos.
Su abrigo huele siempre a humedad y yo la amo.
Mi mamá la ama, también. La chilena nos cría juntos,
a sus nietos y a mí, todos amontonados.
Me deja dos lecciones: aquí nadie se saca las manos
de los bolsillos; nuestra casa es el viento.
*
Los mayores sueñan un hogar con patios y perros
y plantas. Molestan con historias del norte
y de la abuela y de las tías que me extrañan allá.
Imagino a esas señoras explicándoles a sus vecinas
que aquí abajo estamos los niños de escarcha.
*
Si nieva por varios días cierran la escuela.
Nosotros paseamos por la ría que es una entrada
del mar, una playa de piedras.
Adentro, al parquet del dormitorio para que
le brota sal: me quedo mirándolo y la chilena se ríe.
Además esta ciudad tiene el cielo en declive, dice.
Le pido que me lave el pelo y que me cuente.
Y me cuenta. Me lava el pelo y me cuenta.
*
Más abajo no hay nada, la usina estatal y el faro.
Links
- Los Ríos Editorial. Sitio
- Texto sobre el libro. Por María Teresa Andruetto
- Reseña. Por Eloísa Oliva