Fernanda Maciorowski: Reina border

La editorial Espacio Hudson publica Reina border (Chubut, 2024), nuevo libro de Fernanda Maciorowski (Puerto Madryn, 19282), del que presentamos un comentario inicial y algunos poemas.

Por Gustavo Álvarez Núñez

Dos momentos de la flamante apuesta poética de Fernanda Maciorowski:

Siempre estuve sola rodeada de gente
mi único interés es esa onda eléctrica
que cubre la ciudad de noche
pasa perversa por mi cara
y susurra cosas para poder seguir

*

Armo cosas hermosas para admirarlas y destruirlas
ponerles una bomba en la cara
antes me daba miedo
ahora comprendí que esa soy
mi naturaleza destructiva es hermosa
y está por desaparecer

Un texto que puede leerse como el diario de un cuerpo que camina sobre una telaraña. Una suma de poemas que tanto tienen de confesionales como de puntazos, tanto de intensas semblanzas como retratos de una dulzura quirúrgica. Dice Verónica Pérez Arango en el prólogo: “Lo que se cuenta es una mujer sonriente frente a la llamarada: está feliz y a punto de desaparecer, a punto de mutar otra vez”. Los elementos de este libro pueden ser el ansia de ser deseada, el rechazo a las formalidades, el desequilibrio que produce el equilibrio, cómo quema todo lo que nos encanta y embellece, chongaje y soledad, plantas y amantes, promesas sobre la pista de baile, reinas y diosas patagónicas, I Ching y champagne, el mar e Irene Gruss, el jardín y Diana Bellessi.

Esa voz que rodea el lenguaje de la piel, puede mostrarse tan indefensa como segura: “Necesitamos la ternura/ para amar y renegar de amar”. Esa tensión, ese ir y venir, ese ejercicio a veces lacerante (“nunca voy a ser mansa aunque me duela”), indaga asimismo en los cortocircuitos de la práctica poética, o hasta dónde los versos están regidos por la sangre y el dolor, o cuándo esa sangre y ese dolor son la propia estela del arte poético. En un punto, Maciorowski experimenta en Reina border con esos bordes, justamente. Brinda un avistaje a la crudeza de la vida cotidiana a través del lenguaje, de la sintaxis, de una respiración y un tono.

Ante ese mundanal desconsuelo, ese desatar de los sentidos, ese abrevar en las comisuras del diablo, Reina border nos invita a gozar de las maravillas de las contradicciones.

No se puede ser siempre el centro de la fiesta
y estar arriba diciendo lo que creo que es para mí
lo merecido
lo justo



Poemas de Reina border

no sos importante

no sos importante en el desierto
en donde vivo una hojita de laurel es fundamental
eso es lo que más me gusta de estar acá:
no sos más que una piedra o un caracol seco
que pretende cosas
abrir los ojos a diario
implica ser espectadora de las matas resistiendo
del mar con la boca abierta
y del deterioro del porvenir
una hoja que muere es imperdonable
un árbol que se seca, la misma tragedia griega
no sos importante en el desierto de tu propia mente
no los sos en el espacio real
la carne está seca
la lengua seca
el corazón se empeña en seguir



hoy es primero…

hoy es primero de enero y
la resaca me tiene de hija
desperté al atardecer
trabajé la tierra con la azada:
volaban yuyos y promesas
todo junto danzando por el aire
pienso apenas en la que he sido este año
entro en la casa
tengo una ampolla en la mano buena
del costurero, saco una aguja mala
mal filo, mala punta
siento mi fortaleza y mi juventud
soy indefinida
quisiera ser blanda a veces y generosa siempre
levanto mis ojos a la meseta:
ojalá que no nos ate ni nos abrigue ninguna certeza



tu sábana blanca se manchó con sangre menstrual

tu sábana blanca se manchó con sangre menstrual
la saco y la llevo a lavar a mi casa
voy abrazándola y hablándole
me hago cargo del jabón blanco
del cepillado en la zona
arrastro la sábana desde tu casa hasta la mía
dejando una marca en el suelo que nadie nota
haciéndome cargo de mi sangrado
de su potencia
de no poder cumplir ninguna promesa
de mi compleja hermosura a la que no te resistís
ay
enfoco y avanzo
esa es una táctica de supervivencia
la mancha empieza a ceder lentamente
en una disolución pacífica
esperable
enjuago la zona con daño
sin daño
ella pasa y es la humedad de mis pestañas un purgante

ya no tengo que hacer esto:
tal vez soy un fantasma de mí misma que pide revolución



epitafio de la sed de todo

una dama pide venganza al viento en el Golfo San Matías:
acéptame
o sácame de aquí
o déjame destruirlo todo, amor mío


Nota: El texto de Gustavo Álvarez Núñez fue publicado originalmente aquí.



Fernanda Maciorowski (Puerto Madryn, 1982)

Poeta y Licenciada en Letras. Docente, tallerista y fanzinera patagónica. Participa de la Feria del libro punk y Derivadxs Patagónica, escribe en el fanzine Shirley Temperley junto a la poeta Florencia Álvarez, coordina el círculo literario Ruda junto a la periodista Lula Grandón y borda poemas en la escuela pública.

Poesía
Reina border, Rada Tilly, Espacio Hudson Ediciones, 2023
El primer impulso, San Juan, Elandamio Ediciones, 2018
Ceremonia del té en los ojos, Rawson, Fondo Editorial Provincial. Secretaría de Cultura del Chubut, 2012
Doma latina, Puerto Madryn, Infamia Trascendental, 2010
Conejo, Neuquén, Cartonerita Solar, 2010
La superficie de Medea, Puerto Madryn, Estrella Deliciosa, 2007