Nasser Rabah / ebook, nueva edición / Versiones de David Wapner / Descarga libre

Nasser Rabah: Un sexto dedo en cada mano. Antología de poemas

Un sexto dedo en cada mano es una serie de poemas escritos por el poeta Nasser Rabah, nacido y residente en Gaza. En noviembre de 2024, publicamos la primera versión, compilada y traducida por el poeta argentino, radicado en Israel, David Wapner, durante el ataque del ejército israelí contra la población de Gaza. Hoy, en septiembre-octubre de 2025, un posible acuerdo trae algo de calma pero no el olvido ni la continuación de la masacre. Por el contrario, la crueldad y la injusticia del genocidio siguen firmes. Durante este tiempo, la antología de Nasser Rabah ha hecho su camino y ha sido editada en papel por la editorial española Libros de la Friontera, de Zaragoza: además, la editorial Vento Norte Cartonero, y otras 11 editoriales cartoneras publicarán la obra en Brasil, México, Colombia, Perú, Estados Unidos y España. Esta segunda edición digital agrega poemas e ilustraciones. Presentamos nuevos poemas del libro, de descarga libre, los detalles de su producción, un llamado a escritores con el objeto de rubricar una explícita condena a la masacre, y una nota urgente para todos aquellos que quieran ayudar económicamente al autor Nasser Rabah, que continúa en Gaza.

Versiones y nota introductoria: David Wapner
Ilustraciones: Sara Bosoer / Ana Camusso / Mariana Chiesa / Clau Degliuomini / Gustavo Roldán Devetach / Didi Grau / Nora Hilb / Isol Misenta / Nicoll Age / Ana Porrúa / Mariana Robles / Istvan Schriter / Juan Soto / Marcelo Tomé / Matías Trillo / Piper Tu
Ilustración de tapa: Ana Camusso
Diseño: Mauricio Micheloud
Ediciones op.cit.
Septiembre-octubre 2025
EBOOK: DESCARGA LIBRE


Importante

Este libro es gratuito, pero quien quiera apoyar a Nasser Rabah con una suma de dinero voluntaria, puede efectuar una donación entrando al siguiente enlace:

http://spot.fund/NasserRabahForGazaReliefspot.fund

Allí podrán buscar la cuenta asociada al nombre Nasser Rabah. Sepan ustedes que las cuentas bancarias en Gaza han sido bloqueadas desde el 7 de octubre de 2023, situación que no ha cambiado hasta el día de la fecha. Muchas gracias por parte de los editores.


Poemas de Nasser Rabah

(Pájaros de inquina)

No mojaré mi pluma en sangre,
no me iré de aquí con el cadáver de la ciudad a cuestas.
No se me verá destrozado en las fotos,
detrás de mí está la leyenda del cananeo
y Jesús caminando sobre las aguas.

¿Llevo en el bolsillo un poema muerto y los preceptos de mis raíces
gimiendo en la fuente de mis lágrimas?
¿Por qué no comprendí la grandeza de la humillación, fui
indiferente a lo majestuoso de la catástrofe y se extinguió mi fuego
como un instante fugaz?
¿Me quedé como una estatua hueca mientras ellos intentaban venderme
los cigarrillos de sus días?
Niños parados en fila en una calle que no lleva al colegio, me tienden
una mano de oprobio y una mano de humo.

El llanto es un acompañante tedioso. Cuando los enamorados terminan de grabar sus nombres sobre el mármol de las tumbas, sobre tiendas de campaña en jirones,
sobre cuadernos huérfanos, y alumnos llamados por el nombre de sus ancestros
se estrujan el estómago esperando el almuerzo.

© Ilustración: Ana Porrúa

Y el llanto es un sendero humillante donde nada queda en el corazón más que una inmensa vacuidad, caminando lentamente a mi lado como un reloj descompuesto,
un libro viejo que acumula polvo, o una mujer solitaria remendando las prendas
de su tristeza después de la plegaria vespertina.

Y el llanto es decir menos. Cuando amansamos a los lobos de la miseria para que duerman en nuestros camastros y al despertar no vemos el rostro de nuestros hijos… Las lágrimas son menos palabras cuando pasamos por el montículo de ruinas y leemos la plegaria de despedida junto a una tumba colectiva que hasta hace poco fuera una familia bulliciosa y un hogar con ventanas de tolerancia y orgullo.

Y el llanto es una simiente de esperanza
porque los pájaros del crimen, mientras nos colman
de sus obsequios de odio, retornan vencidos a sus nidos,
limpian su plumaje de la vergüenza de la sangre.

Y nosotros, entretanto, prendimos fuego sobre arcilla y dijimos:
oh fuego, sigue ardiendo por siempre,
para que los corazones de las madres sean testigos de certidumbre,
y los niños, tal como lo digo, se vuelvan ángeles.

No mojaré mi pluma en sangre,
no me iré de aquí con el cadáver de la ciudad a cuestas.
No se me verá destrozado en las fotos,
detrás de mí está la leyenda del cananeo
y Jesús caminando sobre las aguas.


Dos risas

Dos risas:
ríete mucho.

Dos risas estallaron entre ambos.
A lo lejos, nadie se enteró.
Entre dos frasess asombrosas,
“Te amo, te amo”,
como orillas de un río,
en medio bailaba el agua.
Entre ambas, dos risas se escucharon.

Ojalá el reloj dejara de cosechar canciones.

© Ilustración: Juan Soto

Si las cortinas dejaran de olvidar,
las nubes de jazmín no se escurrirían del corazón,
y el ángel del amor no huiría herido por la ventana,
si se convirtiese en dos mariposas pegadas al techo del habla,
dos pájaros carpinteros excavando en el pasado y escondiéndose,
como la foto de los padres en su boda,
dos libros en el estante susurrando,
dos gacelas de porcelana custodiando el umbral.

Pero son sólo dos risas olvidadas por amantes apurados,
dos tazas de café enfriándose en una mesa vacía,
oyendo el bocinazo de un coche que se aleja,
y el débil eco de dos risas.

*


Más poemas e información sobre el autor y el ebook,
en la publicación anterior de op.cit.


*

Autores y Autoras de la LIJ decimos BASTA
Para adherir a esta campaña ingresa aquí debajo
https://www.instagram.com/p/DOSAX5KiayP/
© Ilustración: Ana Camusso