Una casa en la noche
Paula Cantarero
Buenos Aires, Barnacle, 2021
Claridad
Como el agua de la Laguna Azul,
como el cielo de junio, como
la casa que limpio y limpio
para hacer lugar.
Como el cerebro que entreno
como a un perrro, para que olvide
volver al pasado y piense
sólo en hoy.
Desayunar es exprimir, batir,
servir la mesa, roer
un trozo de queso.
Mirar por la ventana.
Cuento luz sobre calcáreos,
miro una pulga hundirse en el vellón
blanco de la gata madre.
Sumo el lujo de estos días:
el tiempo derramado sobre el cuerpo,
el nuevo estándar del sueño
y moverme por la casa perseguida
por la estufa como por un droide fiel.
Como los libros apilados
que no voy a leer.
Como el virus de la muerte.
Como tiburones que ahora se ven
en las orillas del mar.
La vida es sueño
Un estudio en National Geographic
dice que uno de los efectos de la peste
es el aumento del recuerdo de los sueños.
Mis hijos sueñan que se les caen los dientes.
La interpretación clásica enumera
temor a una pérdida y miedo al ridículo.
Sueño que tengo que entregar un trabajo
a una jefa que me martirizó en el pasado.
No tengo equipo y no hay redes sociales.
El mundo entero es escenario
de catástrofe. Venecia sin agua:
ruinas. Canales de agua sucia.
Pasillos donde acecha la muerte.
Cada villa italiana, palacio, casa,
departamento, pe hache, pabellón,
calabozo, es un crucero
perdido en la inmensidad del mar,
en medio de la noche.
Links
Más datos y poemas de la autora. En El Poeta Ocasional