Vocabulario cinegético: Entrevista a Rocío Lanfranco

Situada en una escenografía rural: salvaje y fantasmal: un pueblo erigido en la era del progreso. El lirismo de Vocabulario cinegético (Azogue Libros, 2020) trae consigo una pregunta que atraviesa la conciencia contemporánea: ¿cuál es la legitimidad del lenguaje cuando es un ejercicio pleno de la barbarie?

Por Fernando Márquez

-La segunda palabra del título me obligó a recurrir al diccionario. ¿Cómo llegó esa palabra a vos? ¿Por qué su uso para el título?

-Venía escribiendo poemas que insistían en unas preguntas sobre lo animal en el sentido de lo otro, digamos lo no civilizado. Un poco para anotar una memoria de algunos años en los que viví en La Cumbre, un pueblo de  7000 habitantes en las sierras cordobesas. En esa temporada salía a caminar para el lado de la montaña y me cruzaba con bichos hermosos. A la par la edificación avanzaba sobre la montaña a fuerza de incendios. Vocabulario empezó a tener forma efectivamente cuando encontré un diccionario de cacería, que es lo que cinegético significa, en él se enumeraban conceptos vinculados con las tareas del cazador. Lo que hice fue reescribir esas definiciones.

-El libro está dedicado al taller Toda persona es poeta. ¿Cuál es el vínculo entre el libro y el taller?

-En un momento de la escritura, cuando ya sabía que lo otro eran los fundadores que avanzaban sobre las bestias, apareció un poema para tomar la vereda animal como propia, ese poema se hizo una voz en primera del plural. Me di cuenta de que nosotros éramos esas personas que nos reuníamos a favor del poema. La posibilidad metapoética del poemario está ahí: lo animal y poético es propio y colectivo, el resto es lo otro.

-La lectura me trajo dos frases: Tengo una enfermedad, veo el lenguaje, de Roland Barthes y La violencia es muda, de Hannah Arendt. ¿Qué te parece?

-Me importa lo que Barthes dice más adelante, en esa tercera visión: la aparición de un lector móvil. Capaz sí hay un intento de dar todo el lugar posible a la polisemia y ahí los discursos propios y ajenos no tienen bordes tan claros. Imagino que puede haber en esa hipótesis lo del rayo x, el lenguaje visto y expuesto.
Respecto de Arendt  tal vez halla en los fundadores el vigor de una acción sin conversación, sin comunidad, sin contienda política en el lenguaje. Igual una potencia violenta también germina en lo propio ¿con rumbo a otro parto de la historia?

-Los poemas transitan entre el lirismo y la crueldad, desde cierta ambigüedad ¿Cómo caracterizarías la percepción que configuran los textos?

-Es un poco lo dicho antes y a lo que vos das lugar nombrando lo que la violencia puede. El cuerpo que anda el territorio del poemario es contradictorio, al menos hasta que encuentra su lado.

-Hacer alusión al campo o lo salvaje en el contexto de la tradición literaria y política de nuestro país trae toda una carga simbólica ¿Cómo fue escribir con eso?

-Pienso ahora que la escritura no estuvo todo el tiempo sosteniendo el gesto de la analogía. Mucho de lo dicho es literalidad, descripciones de senderos reales, bichos reales y personas de verdad. La corrección y la conversación con los demás puso a jugar lo simbólico pero durante la escritura fue más un ruido blanco.

-Por último, el libro se publicó a mediados del 2020, al día de hoy pasaron 4 años. ¿Volviste a releerlo? ¿Mantuviste algún tipo de conversación con él en este tiempo? ¿Cambió el libro? ¿Qué cambios notaste en vos?

-Hace pocos meses pasó que en una especie de recital de poesía alguien leyó uno de los poemas del libro enlazando la amenaza que sufren los bichos con la que aparece en este tiempo, el avance de las ideas políticas que ofrecen una especie de nueva fundación a costa de dolor y hambre. Me sorprendió pero no me pareció nada caprichosa. Esa escena me dio la chance de charlar con el texto de nuevo.

En estos días escribo un nuevo poemario para Azogue [Editorial]* en el que creo que la voz es toda para la ternura, como si ya no hubiese lugar ni para nombrar al enemigo. No sé si eso es un cambio en mí, por ahí solamente la continuidad del trazo y una propuesta para insistir en la fantasía.


* El libro en cuestión ya fue publicado en agosto de 2024: Las tareas amorosas. Dfundiremos algunos poemas en breve.




Audios
Rocío Lafranco lee sus poemas



Poemas de Vocabulario Cinegético,
aquí


Rocío Lanfranco (Paraná, 1981)

Es docente en escuelas públicas y tallerista en la Unidad Penal Nº 1 de la Ciudad de Paraná. Fue parte de colectivos vinculados a las artes visuales y la literatura. Obtuvo premios municipales y provinciales, entre ellos el primer premio del Concurso Provincial de Poesía Juan L. Ortíz (2018) y del Concurso Entre Orillas (2023).  Compiló La canción del barrio, gurises poetas (2018) y Si bien nada es perfecto, poemas del taller de la Unidad Penal nº 1 de Paraná (2023). Coordinó los fanzines Beyond Antares (Proyecto Toda Persona 2021), En la hora del sol más amarillo (Fundación Cauce 2021) y al borde, lo otro (Proyecto Camalote 2022). Coordina desde hace 6 años el taller de escritura Toda persona es poeta, e integra el grupo editorial fanzinero Proyecto Toda Persona.

Poesía
Las tareas amorosas, Paraná, Azogue, 2024
Vocabulario Cinegético, Paraná, Azogue, 2020
Con la boca llena de flores caídas, Ana Editorial 2019

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