El precedente / Rom Freschi


El Precedente
Rom Freschi
Santiago de Chile, LP5 Editora, 2022


El precedente: vías para perderse

Por Silvina Mercadal

Para acompañar a Rom Freschi en esta presentación se me ocurrió un juego que a la vez es una de las formas en que se realiza el ejercicio infinito de la lectura y la escritura; como Pierre Menard –en la fantasía por todos conocida–, me propuse escribir las palabras de otro: en este caso el prólogo de León Félix Batista.

Es algo que cuenta Josefina Ludmer practicó con Osvaldo Lamborghini –en los días de fiesta de 1973–, jugar a escribir juntos cambiando las palabras del otro, en una nota sobre el poema “Elena Bellamuerte” de Macedonio Fernández, un juego con el cuerpo interno de la lengua en el cuerpo extraño de la poesía.

Se trata de una vieja práctica que Héctor Libertella llama “El canje”, algo que sucede al interior de la librería –algo que está sucediendo en este momento–: “un libro se hace proyección holográfica de otros libros” o, como podría haberlo dicho Lévi-Strauss, “los libros y los mitos dialogan entre ellos”, para sugerir que somos intrusas o inquilinas de esa conversación. Rom trocaría estos términos –a su manera– el canje se tornaría microscópico –un oleaje al interior de las sílabas que con el movimiento cambia de signo–, y la intrusa se convertiría en una in-trusa, lectora con prenda de bailarina entre las letras. Conversar también sería versar-con, mezclar la letra, uno/una que habla en dos, en tres o al cuadrado.

Pero comencemos a escribir las palabras de León: el título “precedente por venir” ya instala el enigma, nos convierte además en lectoras de títulos y prefacios para demorarnos en venir a la lectura. Precedente por venir: ¿algo que ya ocurrió viene, está por venir o está viniendo siempre? ¿Acaso pasa inadvertido entonces es porvenir, aunque venido? Dejamos el enredo en suspenso para retomarlo después.

Y continúa León: “La poesía es un acontecimiento extremo, como la perturbación de un sistema complejo –llámese a éste ‘realidad’, ‘discurso’, ‘comunicabilidad’, ‘razón’, etc.– que, cuando alcanza cota de densidad definitiva estalla”. Para achicar el espacio infinito entre objeto y signo, Rom hace estallar el lenguaje mismo –sugiere– y los fragmentos se recomponen en un discurso otro con la lectura. Aquí León lee el procedimiento, dice “el espasmo de un vocablo reproduce el subsiguiente”, y los fragmentos componen “mónadas de contenido nuevo”. Entonces cabe preguntar a Rom por esta máquina verbal que desarma, recompone y transporta un contenido desconocido, es lúdica intuyo –juega con el cuerpo interno de la lengua–, pero también realiza un movimiento lateral, traza una diagonal, en una suerte de desliz.

Y como la lectura es una vieja práctica de adivinación. Continúa León: “Dispositivo barroco, pero sin instrucciones de uso (…). En El Precedente encontramos la extrañeza de un pliegue desplegado horizontalmente”, que se produce de manera continua, en un vaivén que hace pensar en un oleaje, agrego… Continúa León “este plisado de lengua es un pliegue artificial, nunca interno ni integrado al tejido (de la trama) como el moaré (que da efecto de fluido)”. De nuevo, hay movimiento lateral: “no son aguas aéreas las de Freschi, sino caída en cascada pero que se desliza en cierta oblicuidad. Tampoco se trata de dorar (de recubrir de oro) sino de pulverizar la lengua para luego, verter en moldes la ceniza de oro resultante”. Y aquí remite a cierto artesanado, una orfebrería rugosa, ceniza de oro, lengua pulverizada, molde remodulado a su preciosa caja de sonidos.

Continúa León: “pese a su origen en latín praecedens, el hecho de que los precedentes ‘ocurran antes’ no significa que no se topen consigo mismos, y que consigan seguirse sin darse la vuelta. Uno tras otro dejarse caer. Ser siempre futuro. Ser el siguiente. El próximo. Ser su propio próximo. El desconocido”. Es un extraño tiempo entonces el que inscribe El precedente, ocurren antes pero son futuro, o su tiempo es el extraño tiempo que Libertella llama “futuro anterior” ¿Y aquí cabe preguntar ¿Cómo algo que ya ocurrió viene, está por venir o está viniendo? ¿Qué tipo de tiempo es este de El precedente?

En el poema el placer de las asociaciones se desliza hacia su opuesto para irradiar sonidos: “Yo pienso que se debe a la sustentación simbólica de las asociaciones que instauran estas disociaciones suyas –escribe León–, en las que cada palabra que se quebranta en amplificaciones fónicas también lo hace en su sentido. Una ruptura interna, y gemación”. Y aquí traduce el movimiento del signo, asociación, disociación, amplificación, ruptura, signo-gema en una corriente que hace sonar la cavidad bucal.

El precedente pasa y en ese pasar algo inaudito sucede, emerge y se precipita, vuelca y salpica: “El precedente expande el hecho sucesivo. El precedente existe porque ‘pasa’. El precedente es una caída columnar al centro del poema, con múltiples incrustaciones de asideros, y a la vez reproducción freática del suelo lexical, navegación del tropo a todo trapo”. La temporalidad del poema es también la fugacidad de lo sucesivo, cierto instante cae, y en esa caída se sostiene en partículas verbales.

El inicio de la escritura del poemario –advierte León– fue en Santo Domingo (de ahí lo de precedente), “cuna del nuevo mundo”, en su periplo se topó con el anterior “rupestre”, fue de una cuna a otra hasta la escritura de las cuevas. En este periplo, el paladar se convierte en la caverna donde el aire pinta el sonido de una letra. Y aquí cito a otro que perdía la firma con referencias apócrifas: “Lanza palabras fuera de la boca, y en la gruta de esa boca [rajadura, unión, juntura, grieta, comisura] escucha como memoria o eco lo que evoque ese canto que va con el viento”.

La lectura de León abre entonces estas vías para perderse: un procedimiento de escritura, un movimiento lateral, una temporalidad abierta y discontinua. Y quedan flotando algunas preguntas. Rom impugna la Historia con mayúscula con la pequeña historia del cuerpo, y ahí comienza mi lectura, en el postfacio que debería llevar el título con reminiscencias pop: viaje a las estrellas.



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Entrevista y reseña. En Vallejo & Co.