Loreley El Jaber
Nunca hay suficiente mar
Baltasara Editora, Rosario, 2020
Selección: Valeria Cervero
La huida
Huye como una ladrona
entre sus brazos lleva escondido
un bulto
Por calles de piedra corre
aún sin luna corre
Ya en el barco
de cara al agua
funde la beba en su pecho
y respira hondo
iluminada por el acero del cuchillo
que imagina él lleva entre los dientes
agazapado en la maleza
a la espera de sus mujeres
O no, quizás
no fue así
Madre soltera en la Siria del 1900
mi abuela huye de noche con mi tía en brazos
Sube al barco y llora
la beba la acompaña y ambas
a su modo
rezan
O no
quizás no
Lo único cierto es que una mujer
sube a un barco en medio de la noche
puede que llore, puede que no
Lo único cierto es que esa mujer toma
a su hija en brazos y corre
por las calles oscuras de su Leselja natal
hacia un barco que es
tiene que ser
destino
Autorretrato
Soy esa mujer que camina
hacia un mar que ha sido
brutal
desde el comienzo
Hay que conocer su furia
y aun así
querer meterse una
y otra
vez
Nunca hay suficiente mar
El viaje
Tengo 15 años y estoy en medio de la ruta de un país
del que nada sé
Llegamos a Leselja
Mi padre baja del auto
sube la loma
Va hacia la casa que era de su madre
Entra, recorre con sus manos las paredes vacías
Antes de salir, queda pegado al marco de la puerta
Tengo 15 años y sueño con París
Un chico adivina mi deseo moderno y me invita
a andar en moto
Es la primera vez que siento la velocidad en la piel
Abrazada a una espalda extraña, libero
la cabeza que cae ladeada
veo el campo regado de sol
y a lo lejos
mi padre
fundido en el marco
abrazado a la piedra
Links
Más sobre el libro y la autora. «Poesía política para sanar el linaje», en p/12
Más poemas. En Música Rara
Textos de la autora en op.cit. «Azul también rabioso», poemas