José Manuel Barrios

Los poemas que no leo se siguen escribiendo


ENCANTO MANUAL PARA LLAMAR A LAS NORIAS

I

El águila atraviesa la mañana. En el abismo de sus ojos la inmensidad recobra el sendero.

Hacia el Cenit del día Gaspard de la Nuit sueña en tu cama.
La dicha trastoca la dicha. Un nombre se ha antepuesto
a la vigilancia de los sentidos una vez emancipados.
De controlar el orden de los labios.
Olores, cambios, sensaciones.
¡Nuevo orden mundial hasta cuándo!

Primavera fue decretada a pesar del teatro radical de marionetas.
En medio de la rambla una puerta de 10 centímetros.
Un pestillo aún más bajo. Una ventana. Una inscripción.
Al pestillo de la puerta dale una salida.
Una entrada para volver a entrar.
Una puerta para volver a salir a una puerta.
Ruta de hiedra anonadada y austral.

La rueca que es aguja e hilo de un Mesías vacuo.
También él integró las conspiraciones de la bohème:
filas en zig-zag, fieles ordenados según su ascendente.

Yo estuve en la noche de tres horas.
Tomé sus manos confitadas y las serví a los comensales.
Órganos y vasos ofrendados al más allá.
El resto es de las águilas.


II

La serpiente que dibuja su cuerpo en el horizonte se retrata en su arcada.
El viento se deshizo en ruegos, en anhelos. El viento bailó, danzó y contactó.
El viento rebotó en el piso e hizo ruegos en la mente macabra.

Sueños en el timo/ en la brea.
Su ataque es un abismo veloz.
Su eco un fantasma que marcha hacia lo hondo.
Tenaz eco de lo profundo.

LA ZONA DE LOS VALLES LAGOS Y VOLCANES
FUERON ABRAZADOS A ELLA

La zona de los valles, lagos y volcanes
se dijeron te amo.

Se vieron a sí mismos contemplar el tiempo.
Con un semblante preparado a dar la cara.
Ofrecieron propiedades que no tenían.
Un valle entero, un bosque, un lago.

LA ZONA DE LOS VALLES LAGOS Y VOLCANES
se empeñó como testigo de la leva.
Las casas guardaron su marca desde ese día.
Las casas guardaron la piedra de los volcanes en el orificio de su corazón.


III

Josefina guardaba las migajas hacia el ala oeste de la habitación.
En un rincón de la ventana de la cocina, un pequeño plato.
En él, un pedazo de pan y un poco de leche.
Ofrenda para los duendes decía
Los duendes, un anzuelo de las Norias.

Tejen y cortan el agua del océano.
Hacen el llamado al corazón secreto conocido entre pociones a lo largo y ancho del Mundo.

Día y noche Una, después Otra,
marean las cartas del Destino
en la dicha de pequeños ratones perdidos en la tormenta.

Cíclope de la barbarie.
Avanza por la noche que es su condena.
Su ojo subterráneo vaga.
La cabeza emerge como un hongo en una pared dorada.


IV

Jóvenes tonantes al amparo de sus Musas
descargan su equipaje y comienza el concierto.

Brazos al viento, manos de música, valle de la espesura
en las alturas del monte Ararat.

Vientos de la China resuenan entre los cerros
a quien abrazan y dan forma.

El cielo es de las águilas
quienes coordinan su ataque con sutileza.

La coordinación es simple
oscila entre la vergüenza y un adusto pavor de alas hacia el infierno.

El Tíbet abre las puertas al desfile de los ángeles.
Las Musas se hacen hueco entre bramidos, croares y discursos.
Leonas antiguas y sabias buscan al mancebo para desalojar su tripa.
Jóvenes tonantes empapados en su propia desazón.
Preparados para el fin de la conciencia.
La fugacidad del río.
El viento y su doble memoria.


V

LLÉNATE DE MÍ TODO ES PROFUNDO
Ve y devuelve mi cuerpo a la vasta y ancha arena.

Enciende mi cuerpo para buscar la vela.

LLÉNATE DE MÍ TODO ES PROFUNDO
Mastica el cuerpo que te fue dado como testimonio de los centinelas.
En este acto elévate.

Por encima de acentos, colores y rasgos.
Enciende mi cuerpo para buscar la vela.


HYPERIÓN
libro del Falansterio

I
Sueño contigo cuando estoy a tu lado. Me dices —Cyclope Hyperión,
tu ojo se perdió como un niño en la playa.

Tu ojo se nubló al igual que un espejo.
Tu sombra se dañó y se desprendió de ti.

El eco de la idea es una potencia transformadora.
Hyperión perece ante el estanque de manzanas.

Hyperión desciende al jardín de las Hespérides.


II

Al amanecer he de partir.
Soñemos juntos con lugares distintos.

Algo hay para hacer con la hipotermia y su acechar nocturno.
Desnúdame en el Valle de la Luna donde los volcanes duermen como gatos que ronronean.
Así tu cuerpo es plural. Tu piel, mi acento, tu marca, mi huella.

El abrazo desnudo resucita a los ancestros.
La cama se convierte en barco.
La cama es una sala y avanza.
Mi cuerpo es tu camarote.


III

Abandonas tu mano en mi vientre.
Viajamos erizados.

Pienso y canto en el ascenso a tu balcón.
He matado a mi padre hace tres horas.
Enterré su rostro en el jardín interior.
El niño que soy ahora llora su pérdida.

He de partir hacia el lago de las sombras.
Buscar el oso dentro del espejo.
Llueve sobre las calles de Montevideo.
Llueve y es el futuro quien viene a buscarnos.

La lengua es un caldo que bebemos y bebemos en ronda.
Entrelazamos las manos.
La corriente nos guía sobre las aguas de Azahar.

Amanece en la hora del beso.
Hyperión, desde el cielo, nos saluda.
Preparamos el brebaje y caminamos en dirección al río.
La luna nos observa desde la vasta noche.


11/07/2020


Selección: Carolina Massola


José Manuel Barrios (Montevideo, 1983)

Estudió Letras en Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UDELAR). Diploma en Políticas Editoriales y Proyecto Cultural de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires-Instituto Sholem, (Argentina 2019). Forma parte del colectivo editorial Dios Dorado (2016)y Editorial Mental (2010).

Poesía
Los poemas que no leo se siguen escribiendo, Montevideo, Astromulo / Colección Camino sinuoso, 2022
Librería Psoas, Santiago de Chile, Litost, 2019
Sigilo, Guatemala, Catafixia, 2019
Atlántida, en coautoría con Héctor Hernández, Ernesto Carriøn y Yaxkin Melchy, Guayaquil, Rastro de la Iguana Editores, 2015
Yoga, México, Literal, 2011
Bagrejaponés, composición colectiva, Mental, Montevideo/Milena Caserola Buenos Aires, 2010
Democracia, Montevideo, Linardi y Risso, 2007, Fondo Concursable del MEC, 2007
Explanans, Lima, Zignos, 2007

Compilaciones
Inverso, selección de la obra del poeta uruguayo Julio Inverso, Literal, México, 2013
Más instrucciones para el año XIII (Antología de poesía uruguaya), Guatemala, Catafixia, 2012

Links
Poemas. En La Comparecencia Infinita / Cráneo de Pangea