Misael Castillo. El tiempo cuando falta

El tiempo cuando falta
Misael Castillo
San Juan, El andamio ediciones, 2021


Selección: Valeria Cervero

Albañiles que ladran como perros

Como los pájaros
que se escuchan entre sí,
a kilómetros de distancia,
oigo los martillazos
sobre las paredes.

A veces
pienso que esa
es una forma extraña
de comunicarse.
La fuerza y la frecuencia tienen
su propia semántica.

Cada persona
habla como puede.


Como avanzan los puntos en las comisuras de la espalda de mi tía costurera

La curvatura de mi espalda
nada tiene que ver
con la edad.

No reniego de las marcas
que el tiempo
pone en mis bolsillos.

Estuve sentada
durante años
en esa silla.
Afilé tanto la vista
que ahora
no dejo escapar
ningún detalle.

Dijo mi tía,
la costurera,
cuando decidió descoser
de su vida lo que hace daño.


El cuerpo del agua envejece sobre nosotros y solo debemos respetar ese silencio

La siesta arrima
cuerdas metálicas
que se funden
con la tierra.

Es brava esta orilla
donde el agua turbia
es un cuerpo.

Insoportablemente,
observás cómo
adelgaza el cauce.

Llevás tu sombra
por si acaso alguien
necesite un lugar
donde dormir.

Aguardás
que el agua suba.
Te resistís
a pescar de ese modo.


Hasta con la herramienta más dura se puede dibujar un ave

Toma la maza y el cincel
y doma un animal salvaje.
Busca la forma
que tiene la belleza
después del dolor.

Tiene los poros tapados de aserrín,
así y todo, son
muy suaves sus manos.

Aunque parece que lastima,
en realidad,
dibuja la madera.

Explica y continúa.

La lija
no come al pino
lo acaricia.


El silencio sirve para ser preciso

De los inventos humanos,
el más sorprendente
es el trabajo con los metales.

La facultad de movilizar
algo tan rígido
y tan frío.

Es una actividad
que requiere
tanto espacio
como precisión,
tanto ruido
como silencio.


Esperábamos ansiosos la caída del sol para sentarnos en la vereda

Teníamos el corazón
no más grande que una fruta
y, ya entonces,
aprendimos a desear
la lluvia en el calor.

Sufríamos de vernos,
con el techo tan bajo
y las paredes calientes.

¿Cómo se hace
para que descanse
un cuerpo
que ha sido maltratado
por una violencia invisible?


El tiempo es lo único que queda de las cosas cuando atraviesan la retina

La vasca
daba de comer
a las gallinas de su mano.

Sus pasos eran tímidos.
Yo mismo podría
haberlos dibujado,
en el suelo con una ramita.

Pero lo que veía era
la lenta degradación del ser.

Muy hermosa
habrá sido la vida
en sus ojos
como para caminar
apurada a un gallinero.



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Más datos sobre el autor. En NoticiasDSantaFe / La infancia del procedimiento

Misael Castillo (Tostado, Santa Fe, 1993)
Estudió el Profesorado de Lengua y Literatura. Es militante social. En 2019 publicó Robarle al cuerpo lo que está de más (Ediciones Presente); hacia finales de 2021, El tiempo cuando falta (El andamio Ediciones) y en 2022, Germinará o será parte de la tierra (Corazón de Río Ediciones). Fue seleccionado para publicar Gorriones que anidan en las manos por la editorial tucumana Falta Envido. Ganó el Premio Revelación del Abrazo de Voces 2021. Participó del Festival Internacional de Poesía de Rosario en 2022. Fue uno de los ganadores de la convocatoria de la edición 2023 del Festival Poesía Ya, organizado por el Centro Cultural Kirchner. Además, participó de distintas antologías.