Graciela Perosio: Como la cierva sedienta

Como la cierva sedienta (Buenos Aires, El jardín de las delicias, 2023) es el reciente libro de Graciela Perosio. Reproducimos algunos de los poemas y un fragmento de la contratapa, e incluimos al final la información biobibliográfica de la autora así como los enlaces a otras lecturas sugeridas.

Fragmento de la contratapa de Alejandro Méndez Casariego

“Qué cercanas las palabras carencia y querencia”, reflexiona Graciela Perosio, en una de esas pausas virtuosas con que atraviesa, certera, el fluir continuo de los poemas que componen Como la cierva sedienta. Porque de eso se trata esta vida que nos pasa: querer y carecer en un equilibrio que revela la dualidad de nuestra especie: lo que pudimos asir, y lo que se nos escapa, irremediablemente, entre las manos. Y es en la circunstancia ominosa de la pandemia, ese escenario que nos mutiló la convivencia de una forma inédita y brutal, donde todo lo que nos habita –deseo, furia, desamparo, júbilo– emerge en un torrente que ningún confinamiento puede contener, y se vuelca en una escritura que es amatoria en el sentido más amplio: la comunión con el otro, la rica morfología de los vínculos, el contacto generoso de los cuerpos, el dialogo fértil de las almas.

Como aspectos de una misma dialéctica vital, sed y saciedad precipitan el movimiento de la palabra. Ese movimiento con sus frustraciones, sus desafíos, sus triunfos, despliega la rica trayectoria de este libro en poemas que se ubican en ese a veces imperceptible límite entre nuestra fragilidad y nuestro poder de resistencia.

Como la cierva sedienta

Selección de poemas: Valeria Cervero

MORADA DIURNA
memoria y balance

pandemia:
ver la cara del fin
todos los días
a toda hora
sin cese

*

se yergue el potro
un relincho de oro
relampaguea en el aire
así –altiva y eficaz–
llegó la muerte

*

diciembre es el ocaso del año
¿quién nombraría la majestad de la noche?
tal la fuerza del imperio silencioso
rodea con su corona de luz el infinito
no importa que nadie pueda ver
su majestad reina
sin perímetro ni centro

el poder de la noche anida solo
en un secreto corazón incauto

*

flota un silencio en la brisa
el barrio calla permanece
quieto ido como otro
no hay tristeza ¿cómo
podría con esta luz?
sin motores encendidos apenas
ciertos pasos ciertos murmullos
un zumbido suspira en la brisa
un silencio que no sé decir

*

tantas veces mi hija me miraba leer
apoyada en el escritorio…
y entonces se acercaba por atrás
y me acariciaba apenas el borde de la nuca
una caricia tan etérea y dulce la suya
que me hacía pensar:
algún día vendrá como brisa
y al besarme así
quedaré iluminada
porque al fin
la habré conocido


MORADA NOCTURNA
peste y deseo

¿sabemos en verdad el poder
que palpita en cada vínculo?

*

¿no es verdad que nacimos para un otro?
no no es cierto
pero vivir solo para mí no me interesa
añoro la segunda persona
que soñé en la infancia
armada de arco y flecha como Robin Hood
o similar a cualquier otro héroe de historieta
llevo un nudo en la entraña
que nada lo desata
y en la garganta un grito
que suena para adentro
y seca la lengua
ardido el labio
que se ajusta a los dientes
(capaces de cortar como cuchillo al filo)
moriré de esta sed
eso es tan cierto como afirmar
que por esta misma sed
vivo

*

la piel amada
esa entrevista orilla
a la que no llegaré
qué dulce es siempre
lo que no se ha probado

*

(aunque no lo sabes)
anoche y no lo sabes no
dormiste en casa
bajo el plenilunio
del solsticio de verano

*

según entra el invierno
en mi esqueleto
más comprendo
el fulgor
de la fragilidad
el mundo en cuarentena
y vos y yo en silencio
y a distancia
hicimos una noche
sin memoria ni deseo ni olvido
una noche resiste
más lejos
que este siempre

*

necesito muy de tanto en tanto
pero necesito perentoriamente
entrar en el exceso
excederme en la furia
en el beber
o en algún sabor
exquisito y exótico
traspasar el orgasmo
al filo de la desestructuración
del aniquilamiento
saber que los límites ceden
se borran las barreras
y es todo un pandemonio
hasta la calma
que lo precise no
implica no temer
temo hasta el pánico
y me resisto hasta
que ambas mareas
chocan con estrépito
y amanezco
en un lugar donde
me desconozco

*

alguien preguntó
por qué
ese afán de conocer
mundos
o lugares del mundo
o versiones
o puertas que tal vez abran
caminos
cómo decir que no
que nada de eso es
una decisión
de mi albedrío
solo me calcé
hace mucho –pero de veras mucho–
unos botines obstinados
y después de esa vez
cada mañana
el rito
se reitera
a sí mismo
como horizonte
imposible
de trascender
ni de borrar



Graciela Perosio (Buenos Aires, 1950)

Es profesora universitaria en Letras. Publicó trece libros de poesía. En 2016 la editorial Ruinas Circulares editó una antología personal de sus poemas bajo el título Escampa, el corazón, con un estudio de Silvia Calero. Recibió el Tercer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires (bienio 2018-2019) por su libro El ansia. La artista Daniela Bazzano realizó varios videos basados en su obra que pueden verse en YouTube. En diciembre de 2022, la revista Tintas de la Universidad de Milán publicó el texto de su autoría “Italia me ha esperado fielmente”, que vincula su vida y su escritura, y acompaña una selección de sus poemas en versión bilingüe.

Poesía
Del luminoso error, edición de autora, 1982
Brechas del muro, Buenos Aires, Libros de Tierra Firme, 1986
La varita del mago, Buenos Aires, Libros de Tierra Firme, 1990
La vida espera, Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1995
La entrada secreta, Grupo Editor Latinoamericano, 1999
Regreso a la fuente, Córdoba, Ediciones del Copista, 2005
Sin andarivel, Córdoba, Ediciones del Copista, 2009
Balandro, Buenos Aires, Paradiso, 2014
El privilegio de los años, Buenos Aires, Leviatán, 2016
El ansia, Buenos Aires, Leviatán, 2019
Fresias de octubre, Buenos Aires, El jardín de las delicias, 2022
Como la cierva sedienta, Buenos Aires, El jardín de las delicias, 2023

Links
Audio. Entrevista en Moebius, radio
Más de Graciela Perosio en op.cit. Fresias de octubre