25 antenas. Poesía Hispanoamericana

25 antenas. Poesía Hispanoamericana, Editorial Municipal de Rosario -Espacio Santafesino -CC Parque de España, Rosario, 2017

Autores: Hugo Padeletti / Marosa Di Giogio / Antonio Cisneros / Humberto Ak’Abal / Circe Maia / Joaquín O. Giannuzzi / Elvira Hérnández / Edwin Madrid / Gonzalo Millán / Carmen Ollé / Carlos Germán Belli / Elder Silva / María Auxiliadora Álvarez / Fabio Morabito / Marylin Contardi / José Kozer / Víctor Gaviria / Joaquín Morales / Igor Barreto / José Ángel Cuevas / Carola Brantome / Raúl Zurita / Roberto Apratto / Teresa Calderón / A. Morales Cruz
Compilación y prólogo: Bernardo Orge

 

(Breve muestra)

Elvira Hernández (Lebu, Chile, 1951)

Mirado en menos

Esa mirada del medioevo
los discriminó.
Puso a los gorriones
en lugar indigno.
Quizás porque eran adictos al trigo
o por su atuendo.
Espaldar
alpartaz y crestón
no parecían impulsar las cristianas cruzadas.

 

Pájaro interestelar

Esta es época sin arameo
sin griego
sin lenguas vernáculas
con demasiado inglés
y aprendemos chino mandarín
a como dé lugar.

Miramos a Kuan-yin
y a su mascota el Conejo de Jade.
Ese nombre se le ha puesto
a este pájaro interestelar
que ha salido en busca de agua.

Esta tarde aluniza y
ni media chispa incendiará la pradera.

 

José Kozer (La Habana, 1940)

Te acuerdas, Sylvia

Te acuerdas, Sylvia, cómo trabajaban las mujeres en casa.
Parecía que papá no hacía nada.
Llevaba las manos a la espalda inclinándose como un rabino fumando
………….una cachimba corta de abedul,
………….las volutas de humo le daban un aire misterioso,
comienzo a sospechar que papá tendría algo de asiático.
Quizás fuera un señor de Besarabia que redimió a sus siervos en épocas del Zar,
o quizás acostumbrara a reposar en los campos de avena y somnoliento a la hora
………….de la criba se sentara encorvado bondadosamente en un sitio húmedo
………….entre los helechos con su antigua casaca algo deshilachada.
Es probable que quedara absorto al descubrir en la estepa una manzana.
Nada sabía del mar.
Seguro se afanaba con la imagen de la espuma y confundía
………….las anémonas y el cielo.
Creo que la llorosa muchedumbre de las hojas de los eucaliptos lo asustaba.
Figúrate qué sintió cuando Rosa Luxemburgo se presentó con un opúsculo
………….entre las manos ante los jueces del Zar.
Tendría que emigrar pobre papá de Odesa a Viena, Roma, Estambul,
………….Quebec, Ottawa, Nueva York.
Llegaría a La Habana como un documento y cinco pasaportes, me lo imagino
………….algo maltrecho del viaje.
Recuerdas, Sylvia, cuando papá llegaba de los almacenes de la calle Muralla
………….y todas las mujeres de la casa Uds. se alborotaban.
Juro que entraba por la puerta de la sala, zapatos de dos tonos,
………….el traje azul a rayas, la corbata de óvalos finita y parecía que papá
………….no hacía nunca nada.

 

Víctor Gaviria (Medellín, 1955)

Lo único que no ha faltado

Lo único que no ha faltado durante estos últimos años míos
es el sonido del teléfono,
que repicó y repicó, una y otra vez,
en la mañana, en la tarde y en la noche,
pero no como una campanita de iglesia, ni como suena
el teléfono en plena juventud,
que parece que te llamaran desde el otro lado
de la puerta:
te llaman para saludarte, para
preguntar por lo que hiciste aquella semana,
te llaman porque te quieren ver enseguida,
aquella tarde,
o en aquellos días siguientes…
Pero en estos últimos años inolvidables el teléfono ha sonado
con rabia durante todos los días,
sin cambiar de tono, como si llamara la misma
incansable persona,
a quien le prometiste algo: dinero, un libro,
una palabra, algo que puede cambiarse
por dinero,
o les prometiste tiempo, insaciable tiempo
que se desperdicia por igual…
Yo lo dejo sonar de mañana y de tarde
como si fuera una sirena,
lo dejo sonar como si no hubiera nadie en casa,
como si yo apenas fuera un espíritu sin manos
y sin boca,
como si estuviera en la calle haciendo otra vida
distinta y fugaz…

 

Carola Brantome (San Rafael del Sur, Nicaragua, 1961)

Vehemencia

Temo ser vehemente,
porque puedo asustar
a las vacas que pacen
a la orilla del camino;
a los caballos
que bañan en el río
pasándoles por el lomo
un cepillo que hace raaaj raaaj
al escurrir el agua.

Temo ser vehemente,
que se espante la paloma –solitestoy–
que hizo nido en el tamarindo
y canta en el patio;
que el pato aguja
alce sobre el lago
y rasante se pierda
y no vuelva.

 

Postales en ciudades de arena

V

Este es el amor que te ofrezco
una forma de descansar del día ajetreado
sintonizando en la noche estaciones de onda corta
la BBC de Londres
Radio Internacional de España
Taiwán Cuba Nederland Argentina
la radio encendida que se oye por la ventana
único ruido en la noche
un silencio amado en la espera
del canto de un pájaro raro
del que desconozco el nombre.

 

XXVI

En la noche has ido bajo la lluvia a la venta
a comprar una tarjeta de un dólar
y a mí me parece ver tu cara
frente al lugar iluminado
¿A quién has mirado quién miró
bajo el capote tu cara a lo mejor mojada
y no yo?

 

 

N. del E. El volumen es una selección de autores hispanoamericanos (nacidos entre 1924 y 1961), influyentes respecto del estado actual aunque tal vez no adecuadamente reconocidos, que pasaron por el Festival Internacional de Poesía de Rosario desde su primera edición, de la que se cumplieron 25 años en 2017. El índice de la antología responde cronológicamente a cada uno de los años en que los poetas participaron.


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