Valeria de Vito

No nos quedan muchos días*

 

Esto es real.
Volver de la cama.
Caminar por el campo.

Estamos tan solos.
Esto no es una tregua.
Me aburro.
No quiero reaccionar.

Barcos de papel
en el aire.
Es que llueve todo el tiempo.
Acá siempre llueve.
Anoche me prometiste
que hoy íbamos
a bailar rock.
Pero te olvidaste.
No estuviste.
Se están yendo los días
y sólo vas hasta el río,
Todavía no me pediste que te acompañe.
Quiero ceder,
quiero estirar,
quiero darte
algo nuevo.

Basta de sombras,
de raíces secas,
quiero algo nuevo.
No nos quedan muchos días.
Tengo miedo
de volver.

 

*
Pensar no da para más.
Quiero escribir
solo si llueve.
Traje varios cuadernos;
quiero escribir fotografías.

El agua del río es marrón.

No hay más tiempo.

Quiero escribir todo
todo es amar
y desarmar
una bomba de tiempo.

 

*
Las sábanas son blancas.
Esta tarde se corrieron y terminamos enredados,
presentí que estabas mirándome
mientras muy suave me acariciabas el pelo

Ahí quedó todo.

No hay placer.
No suena el teléfono.
Río de agua.
Río marrón.
Pasto mojado.

 

*
El pasto húmedo;
nosotros somos parte de la hierba.
Mis piernas
y el sol
allá arriba…
El amor roza
la rodilla,
la boca roja
busca
la tregua
y el placer.

No nos pasa nada,
nada más,
hay que aceptar
y ser
así
con la nada,
avanzar
o esperar
más,
otra vez
esperar
nada.

 

*
Hay sol,
nosotros
junto al río;

tormentas
que crecen;

una vida que hicimos juntos
y se pierde,
se parte
no sé
en cuántas mitades.

Una mitad oscura,
una mitad roja,
la mitad que te guardaste.

 

* Nota de la autora.
Los poemas pertenecen al libro Un ramillete de rocío, publicado en 2016. Hace mucho tiempo, agrupé algunos poemas como una plaqueta que se titulaba El amor es transposición. Esta idea venía del sintagma AMOR, donde cada uno de los poemas tenía como título las diferentes palabras que se pueden formar a partir de AMOR (Roma, Omar, Mora, Armo, etc). La idea del amor como variación de estado. Esa es la idea que intento desarrollar en casi todo lo que me propongo escribir. Sucede que en Un ramillete de rocío, quise profundizar sobre un estado particular del amor: el desamor. Ese momento ambiguo entre el deseo y el hastío, lo interno y lo externo, la palabra y el silencio. Y resultaba difícil sostener esa atmósfera, ese punto central. Para eso me concentré en la forma y el sonido de cada poema, que cada uno de los fonemas representara una instancia que se gestara desde un sentimiento interno. No fue fácil, y los lectores serán quienes determinen si esto fue logrado o no. No es fácil construir con palabras un silencio, un vacío. De hecho a veces las palabras se enmudecen frente a todo lo que el silencio puede decir en situaciones puntuales referidas al desamor, pero estaba latente esta idea de armar y desarmar, y yo la repetía como una jaculatoria, la tenía escrita en varias libretas, la remarcaba, la resaltaba, hasta que asimilé el sintagma: amar y desarmar, amar y desarmar, amar y desarmar… y quedó resonando esa propuesta que partía desde algo interno, como etéreo, y que era el alerta que necesitaba para volver a pensar otro y otro y otro poema. Amar y desarmar. Acaso amar no es desarmar estructuras propias, amar no es acaso un modo de desprender prejuicios, modos de ser, de estar frente a nosotros y a los otros. ¿Qué es amar sino desarmarnos?
Escribir este libro fue buscar algo nuevo, «querer dar algo nuevo» ; buscar nuevas zonas,  construir un espacio interno. El libro tiene una escenografía: el campo. Tiene dos actores, un tú y un yo que a veces se transforman en nosotros. Busqué el encuentro del Nos, los reuní en poemas que son más bien narrativos, dentro de lo formal. Imaginé un tiempo. Intenté un sonido constante en todo el libro, como el del río, con ese fonema /r/ que suena profundo y trabado. Creo que el contexto de escritura de este libro puntualmente es el de un estado de suspensión que tuve que atravesar de dos años hasta acá y que causalmente se fueron cerrando como un embudo hasta hoy, donde el libro ve el final del camino con su publicación y esas situaciones personales se resuelven, encuentran su cauce.

 


Valeria De Vito (Pcia. Buenos Aires, 1977)

Poeta, editora y docente, estudió Castellano, Literatura y Latín en el I.S.P. Dr. Joaquín V. González. Coordina talleres de literatura y escritura creativa. Dirige el sello editorial El Ojo del Mármol.

Poesía
Un ramillete de rocío, Buenos Aires, El Ojo del Mármol, 2016
Colección de fantasmas, Buenos Aires, El Ojo del Mármol, 2014 / Buenos Aires, 27 Pulqui, 2015

Antologías
Taco aguja (relatos), Buenos Aires, Pelos de punta, 2015
Veni Vidi Vici. 42 canciones de Madonna reinventadas en poesía (cuento y obra visual), Buenos Aires, Libros Madonna, 2015

Links
Poemas. En El Buzo de Friza / Griselda García / Tardes Amarillas / Las Afinidades Electivas / Poetas Argentinos
Reseña. «Poemas para armar y desarmar», por Gustavo Yuste, en La Primera Piedra
Entrevistas. En Las 12 / 1 Poeta 10 Preguntas