Sofía Storani

El peso almidonado de esos edificios de familia*

 

El problema de la exclusividad

El secarropas
no admite descentramientos.
Cuanto más lo llenás, más estable
se vuelve.

 

Brote

En este barrio
donde nadie escucha cumbia
al mediodía

cuesta poco acostumbrarse a la rutina
nos levantamos tarde
tomamos mates
rara vez almorzamos
los fines de semana.

En esta casa
donde las ventanas dan al norte
de frente
el fondo
pertenece al sur –al viento–
a lo que crece
imperceptiblemente fuerte entre las baldosas.

 

Descanso

Preparo el mate
como quien precisa
una coreografía ancestral

 

Recomposición

Podría decir que después de lo mucho
que sufrimos
al fin tenemos un par de cosas tiernas como
hacer pan,
querernos,
cartelitos que dicen Ola
en la heladera
que después
de tu ex y mi ex
que se llaman igual
cambiamos algunas formas
de ser y hacernos
mal, o bien
que cuando te conocí
tenía la muñeca derecha quebrada
y en cambio ahora puedo abrazarte
con normalidad
pero la verdad es que sí, perdí las llaves.

 

El amor es un trabajo como cualquier otro

Me olvido
que yendo por san lorenzo desde el sur
no se puede llegar hasta boulevard
sin bordear el cullen

hago el recorrido más largo y me doy cuenta
de que estoy cerca
de la casa de larisa

no llega a sorprenderme del todo
que casi no hablemos
y que nunca nos hayamos hecho amigas
a pesar de que la elegí
para publicarle un primer libro
porque tengo buen ojo
para los poemas
que no son míos
“vos la elegiste porque le tenías ganas”
nada que ver pero
si la editorial
me dejara algo de plata
no estaría repartiendo
mi currículum por todos lados
un día como hoy
en bicicleta

al menos sé
que tengo buen ojo
para los poemas
que no son míos

al fin llego a boulevard
y el teléfono me agarra señal
del wi fi de la ypf, tengo
un nuevo whatsapp, dice
hola
tengo un reemplazo
para ofrecerte
me pasó tu número
larisa

 

Diferencias entre un bonsai de palo borracho y una planta de marihuana

Los bulbos que crecen juntos
se amontonan en el espacio
del cantero.
Los separamos
para ponerlos en macetas.or
Dividimos
para multiplicar.

También creemos
de este otro lado de las fuerzas
represivas
que no hay amor
sin organización posible
y efectiva.

 

Mantel

Tus manos de hojas de pan
sangran
La primavera
es demasiado lluviosa y turbia
Los cuerpos saben
reverdecer al ras del viento
y el ruido.

 

Mi novio es un macho como cualquier otro

Yo también
llevo el macho metido adentro
como un quiste de agua en el pezón izquierdo.
La ginecóloga me dice que no es nada,
que no se hace nada con eso,
que a veces puede doler,
pero es común que duela,
que no me asuste.
Cuando no duele me olvido que existe
entonces digo
compañero amigo camarada
Estoy tratando de abrir
mi relación.
A veces duele un montón, me aprieta el corpiño o
hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé
Le digo mi novio me dicen tu marido
y todo el peso almidonado de esos edificios de familia
me deja las ruedas en llanta.
Intento extirpar
el quiste, no es justo
que duela, que los machos no tengan tetas
con pezones enquistados.
Hago una incisión con las uñas sobre la piel
más suave que conozco.
No es una operación fácil.
Tengo que lograr que el corte no se infecte,
que no sea una herida imposible
de curar.
Todo debe estar
limpio y sano.
Tengo que prestar atención,
lo extirpado debe ser el quiste
y no el corazón, que está más abajo
y es más grande.
Estoy tratando de abrirme.

 

El sexo débil

Una vez llevé a un pibe
desde gente que no hasta su casa,
30 cuadras en mi bicicleta
a las 4.30 de la madrugada
en pedo y con lluvia.

Me raspé las rodillas con la alfombra del suelo,
tuvimos problemas que tienen los borrachos
y tuve que tomarme una pastilla del día después.
Aún así,
ahí va el mejor garche con lluvia,
amanecer nublado y ventana abierta
que tuvo el 2017.

Algún día nuestra calidad de vida va a ser tan alta
que no vamos a necesitar del sexo
para sobrevivir como especie.

 

Rapsodia

Mamá, ¿por qué la echaste
de la casa, mamá? no,
no es como vos pensás, mamá.
Mamá, era mi amiga, mamá.
Mamá ¿por qué te duele
que ame como yo quiera, mamá?
Mamá que no me case
no significa que te odie a vos, mamá, no,
que no te acompañe a misa mamá
no es porque yo sea mala, mamá,
cada día estoy más torta, mamá.
Mamá, todas las mujeres a tu alrededor no,
no te quieren cagar mamá, no,
no es como vos pensás, mamá,
el feminismo sana.

 

* Nota de la autora.
E
stos poemas pertenecen a la serie inédita Efectos de regar las plantas de noche, escrita entre fines del 2017 y comienzos de 2018. La posibilidad de pensar los cuerpos de carne y hueso en una continuidad con lo vegetal permite una vivencia del dolor como reestructuración constante. El crecimiento ilimitado de las plantas, su capacidad de regenerar sus tallos y sus hojas cuando son mutiladas, da cuenta de una vida posible en la que desprenderse de lo que nos conforma de manera íntima –al punto de volverse carne de nuestra carne– es también la posibilidad de un crecimiento constante. Vivir la vida vegetal, concebir el crecimiento como parte de la muerte y comprender-se en un movimiento cíclico –aunque no repetitivo– forman parte de un intento por dar a luz un poema que nos sane.

 


Sofía Storani (Santo Tomé, Santa Fe, 1993)

Poeta, docente, correctora de estilo y editora, radicada en la ciudad de Santa Fe. Dirige Corteza Ediciones, junto a Gonzalo Vega y Martina Ramirez. Estudia el Profesorado y la Licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Litoral y trabaja como docente. Participó de la primera Residencia para poetas jóvenes del Festival Internacional de Poesía de Rosario en 2017 junto a otros 19 millenials.

Poesía
Circular, Santa Fe, La Gota Microediciones, 2014
Yo también tuve un  novio ingeniero, Santa Fe, Automágica, 2018

Antologías
Pay Zumé. Antología de escritores santotomesinos, Santa Fe, Corteza Ediciones, 2014

Links
Sitio de la autora. Audios. Mandarinamagma
Poemas. En Lento y Brillante / Yerba Fanzine